DINERO-MERCANCÍA VERSUS DINERO NO-MERCANCÍA
[ÍNDICE DE LA SERIE]
Las reuniones del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal. (A)
Sam Williams
Al castellano: Non Lavoro
El 16 de junio, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de los Estados Unidos [N del T: Federal Open Market Comittee, en adelante: FOMC] concluyó su reunión de dos días y anunció sus decisiones. El FOMC está formado por los siete miembros de la Junta de Gobernadores, el director del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y (de forma rotatoria) los directores de cuatro de los otros 11 bancos de la Reserva Federal que componen el Sistema de la Reserva Federal. Los cuatro presidentes del Banco de la Reserva Federal sirven términos de un año.
La única decisión concreta anunciada fue un aumento en la tasa de interés que pagan los Bancos de la Reserva Federal sobre los depósitos que mantienen los bancos comerciales, de 0.10% a 0.15% anual. Esto representa un “movimiento de ajuste” muy leve. Sin embargo, como suele ser el caso, se prestó más atención al tono del informe del FOMC que a las decisiones concretas tomadas.
Los especuladores en el mercado del oro, los mercados de mercancías, el mercado de bonos y el mercado de valores están pendientes de cada frase de las declaraciones de la Reserva Federal. La reacción general fue que el FOMC indicó que actuaría para “endurecer” su postura antes de lo esperado. Como resultado, cayó el precio de las acciones mientras que el dólar estadounidense subió bruscamente frente al oro.
El liderazgo de la Fed está nervioso por la reciente debilidad del dólar frente al oro y un aumento en los precios de las mercancías primarias, así como en los precios al por mayor y al consumidor. Aunque el FOMC repitió su creencia en que el aumento actual de la inflación disminuirá pronto, ya no parece estar tan seguro. Como expliqué el mes pasado, los líderes de la Fed no pueden ignorar el peligro muy real de que la debilidad del dólar y el aumento de la inflación puedan indicar un regreso a la “estanflación” en los próximos años, y al fuerte aumento de las tasas de interés y la profunda recesión que inevitablemente le siguen.
Los líderes del Sistema de la Reserva Federal esperan guiar a las economías capitalistas de Estados Unidos y del mundo por una senda de aumento sostenido del ciclo industrial global, que normalmente se esperaría que durase unos nueve años. Esperan que el repunte cíclico sea más fuerte que el que siguió a la Gran Recesión. Pero tienen que tener en cuenta el peligro muy real de que el aparente repunte actual del ciclo industrial mundial se interrumpa si la Fed permite que el dólar se hunda contra el oro y provoque un aumento de la inflación y las tasas de interés.
Esto haría inevitable una profunda recesión mundial con un aumento en el desempleo, quizás antes del final del mandato de cuatro años de Biden. Mucho peor, desde el punto de vista del imperialismo estadounidense, pondría en peligro el sistema del dólar, que constituye la base del imperio global estadounidense.
En última instancia, las decisiones de la Reserva Federal y su Comité de Mercado Abierto están limitadas por las leyes económicas que gobiernan la circulación del dinero. Ésta es la razón por la que el artículo de Pichit Likitkijsomboon en Monthly Review criticando lo que él llama la “teoría anti-cuantitativa del dinero” adquiere especial importancia. Antes de continuar con nuestro examen de su crítica, echemos un vistazo breve a la situación económica actual.
La situación económica actual
Los medios estadounidenses dan la impresión de que la economía estadounidense está experimentando un tremendo auge. El cuento dice que una combinación de estímulo fiscal y monetario masivo medido en billones de dólares ha desatado el auge junto con lo que se espera sea sólo una aceleración “temporal” de la inflación.
Sin embargo, las cifras económicas concretas del gobierno están pintando un panorama diferente. Por ejemplo, Lucia Mutikani de Reuters informó que en mayo, según el Departamento de Comercio de EE. UU., las ventas minoristas generales disminuyeron un 1,3% desde abril. Las ventas de automóviles cayeron un 3,7% desde abril, las ventas de muebles cayeron un 2,1%, los materiales de construcción bajaron un 5,9% y las ventas online bajaron un 0,8%. Las ventas en las tiendas de ropa aumentaron un 3% y en restaurantes y bares un 1,8%. No son exactamente cifras “estrepitosas”, aunque las ventas minoristas aumentaron un 28,1% con respecto al año anterior. Esta sería una cifra impresionante, excepto que en mayo de 2020 la economía de EE. UU. se cerró, en gran medida debido a la propagación sin control de la pandemia de COVID-19.
Los informes concuerdan con el informe del empleo de mayo, que mostró un aumento de 559.000 nuevos puestos de trabajo, significativamente por debajo de las expectativas, por segundo mes consecutivo. Las esperanzas de que el empleo en Estados Unidos aumente a un ritmo de un millón de puestos de trabajo por mes a medida que se reabre la economía se están quedando cortas. Los empresarios afirman que las decepcionantes cifras de empleo son el resultado de una enorme escasez de mano de obra. Incapaces de satisfacer la creciente demanda, los capitalistas afirman que no tienen otra alternativa que subir los precios. La Reserva Federal, y la administración Biden por su parte, esperan, contra toda esperanza, que a medida que la producción regrese a la normalidad, los aumentos de precios disminuyan.
A pesar de las quejas de la patronal sobre la “escasez de mano de obra” generalizada, el empleo total todavía está a unos 7,6 millones de trabajadores por debajo de donde estaba en febrero de 2020, justo antes de que el COVID golpeara con toda su fuerza. La solución prescrita por los capitalistas para la supuesta escasez de mano de obra es recortar o cancelar las prestaciones por desempleo obligando a la gente a volver al mercado laboral.
Aproximadamente la mitad de los estados de EE. UU. ya se han movido para poner fin a los beneficios ampliados de desempleo, y a fines de septiembre lo harán todos los estados. La California liberal, dominada por el Partido Demócrata, ha anunciado que las personas que no estén buscando trabajo activamente, como sí lo estaban antes de la pandemia, ya no serán elegibles para los beneficios de desempleo.
Este es un ejemplo de la lógica capitalista clásica de que la creciente desesperación económica y la competencia entre quienes buscan trabajo obligará a los desempleados a regresar al mercado laboral y los dispondrá a aceptar los magros salarios que ofrecen los patrones. Así, los capitalistas esperan que la proporción de trabajo no remunerado contra el remunerado — la tasa de plusvalía — se dispare, y con ella, la tasa de ganancia.
Sin embargo, la escasez de puestos de trabajo, no la escasez de mano de obra, no es solo un problema de Estados Unidos sino también mundial. Por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo estima que habrá 75 millones de puestos de trabajo menos este año (2021) de lo que habría habido si no se hubiera producido la recesión intensificada por el COVID, y habrá todavía 23 millones de puestos de trabajo menos el próximo año (2022). Aún hay muchos millones de personas en los Estados Unidos que no están completamente vacunadas, o que no están vacunadas en absoluto. A escala mundial, especialmente en los países del “Sur Global”, donde vive la mayor parte de la humanidad, las cifras son mucho peores.
El gobierno de Biden anunció bajo una presión masiva en mayo que “negociaría una suspensión” de la protección de patentes para las grandes compañías farmacéuticas para hacer frente a la pandemia global que aún se está propagando. Sin embargo, la administración afirmó que no podría suspender la protección de patentes por sí sola, sino que tendría que “negociar” con otros miembros de la Organización Mundial del Comercio, y eso llevará tiempo. Mientras tanto, especialmente en el Sur Global, la gente sigue muriendo porque los gobiernos de sus países carecen de dinero para comprar vacunas a precios de monopolio protegidos por patente.
Queda por ver si se levantará la protección de las patentes y en qué medida, lo que permitirá a los capitalistas de otros países producir vacunas sin pagar derechos de licencia a los titulares de las patentes. E incluso si las vacunas se venden a los gobiernos a precios de mercado cercanos al precio de producción, en contraposición a los precios de monopolio dictados por el sistema de patentes administrado por el gobierno de EE. UU., muchos de los países más pobres tendrán dificultades para comprar suficientes vacunas.
La ciencia moderna, que ha penetrado en los secretos de los códigos genéticos que controlan tanto las células vivas como los virus, ha armado a nuestra especie con las herramientas para acabar con las pandemias de una vez por todas. Sin embargo, gracias al capitalismo, la pandemia de COVID-19 y sus devastadores efectos económicos todavía se desatan virtualmente sin control en muchas partes del mundo.
Normalmente, la economía capitalista mundial moderna se ve frenada por los límites de los mercados, no por los límites físicos de la producción. Sin embargo, los cierres del COVID-19 crearon límites físicos reales en la producción y en los mercados de contratación. Estos límites están desapareciendo gradualmente a medida que los capitalistas “reabren” la economía con o sin las protecciones de las vacunas para el COVID. Ésta es la situación que enfrenta el Sistema de la Reserva Federal, el banco central del mundo efectivamente, bajo el patrón del dólar. Sin embargo, la Fed, y de hecho cualquier banco central capitalista, está restringido por las leyes económicas que gobiernan la circulación del dinero bajo el sistema capitalista.
NOTAS
- El Banco de Inglaterra se vio obligado a suspender la convertibilidad de sus billetes en soberanos de oro poco después de que Gran Bretaña entrara en la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914. En 1926, Gran Bretaña devolvió la libra a la convertibilidad en oro al tipo de cambio de antes de la guerra. Sin embargo, esta vez, a diferencia del caso de antes de la guerra, era un patrón de lingotes de oro y no un patrón de moneda de oro. El Banco de Inglaterra estaba dispuesto a vender lingotes por libras a la tasa de antes de la guerra, pero todavía no estaba dispuesto a cobrar un billete de cinco libras por cinco soberanos de oro.
Si bien el regreso a la convertibilidad limitada del oro al tipo de antes de la guerra fue aclamado por la “City“, que estaba enzarzada en competencia con Wall Street por los depósitos, los capitalistas industriales se vieron afectados por lo que equivalía a un aumento salarial en términos del dinero universal — el oro. Los propietarios de las minas de carbón británicas, que estaban perdiendo terreno en el mercado mundial, intentaron recuperar el aumento salarial “en oro” recortando los salarios en términos de libras. Los mineros del carbón se declararon en huelga para combatir los recortes salariales que desencadenaron la famosa Huelga General de 1926.
- La Huelga General todavía se considera el punto álgido de la lucha de la clase trabajadora británica contra los capitalistas británicos. Conmocionado por este desarrollo, John Maynard Keynes concluyó que es mucho más seguro para la clase capitalista, que Keynes representaba, reducir los salarios reales a través de la inflación en lugar de recortar los salarios en términos de moneda.
Los economistas están en general de acuerdo en que el retorno al oro, especialmente al ritmo de antes de la guerra, fue un gran error por parte del gobierno británico. En 1931, un pánico en las reservas de oro del Banco de Inglaterra obligó a Gran Bretaña a abandonar el patrón de lingotes de oro y comenzó la prolongada depreciación de la libra, con altibajos, que ha continuado hasta el presente.
- Una moneda se deprecia cuando el precio de mercado del oro (y en el pasado, de la plata) se eleva por encima del precio oficial. Si el gobierno aumenta el precio oficial de un metal precioso, la moneda se devalúa por vía legal. Por ejemplo, el dólar estadounidense se devaluó cuando el precio oficial del oro en lingotes en términos del dólar estadounidense se elevó de U$ 20,67 a U$ 35 bajo Franklin D. Roosevelt.
El dólar se devaluó nuevamente cuando el precio oficial del oro se elevó de U$ 35 a U$ 38 y luego a U$ 42, su precio oficial actual, bajo Richard Nixon. El aumento del precio de mercado del oro más allá de los 42 dólares — ahora alrededor de 1.800 dólares — mide la monstruosa depreciación del dólar en los años posteriores. La enorme brecha entre el precio oficial del oro y el precio de mercado da lugar a la ilusión de que el dólar estadounidense representa hoy “dinero no-mercancía”.
Bajo el modo de producción capitalista, incluso si una moneda no tiene un valor del oro oficial, el precio actual del oro en el mercado en términos de una moneda dada todavía representa la cantidad real de oro que la moneda dada representa en cualquier momento. Esta no es una ley legal establecida y aplicada por el Estado, sino una ley económica objetiva que el Estado, el banco central o quien sea puede ignorar solo bajo su propio riesgo.
- En los EE. UU., las empresas minoristas ahora quieren deshacerse de los billetes de dólar de papel y las monedas de metal básico, que durante mucho tiempo han servido como moneda en el comercio minorista, porque los delincuentes callejeros pueden robar esa moneda fácilmente. Para evitar tener cantidades significativas de dinero en efectivo en sus instalaciones, un número cada vez mayor de comercios minoristas se niega a aceptar billetes y monedas de un dólar. El Tesoro de los Estados Unidos les permite hacer esto con el pretexto de que la “moneda de curso legal” se refiere solo a los pagos y no a las compras (medios de circulación).
Sin embargo, muchas personas de bajos ingresos en los EE. UU. carecen de cuentas bancarias y de las tarjetas de débito y crédito necesarias para realizar compras sin billetes ni monedas. El Sistema de la Reserva Federal está considerando establecer un sistema de cuentas bancarias que estarán disponibles para las personas que son demasiado pobres para tener cuentas bancarias en un banco comercial o cooperativa de crédito. Quizás los bancos de la Reserva Federal emitirán tarjetas de débito o proporcionarán algún otro medio electrónico para utilizar estas cuentas para realizar compras y pagos.
Los bancos comerciales, sin embargo, temen que esto permitirá que los Bancos de la Reserva Federal, que tradicionalmente no realizan negocios con el público en general, emerjan como competidores por los depósitos. Esto es cierto a pesar del hecho de que los bancos comerciales son propietarios de las acciones de los 12 bancos de la Reserva Federal que componen el Sistema de la Reserva Federal. Quizás se encuentre una manera de hacer que alguna institución privada o semigubernamental especial distinta de los Bancos de la Reserva Federal mantenga los depósitos. A la luz del conflicto de intereses de las empresas minoristas y los banqueros comerciales, la cuestión está ahora bajo “estudio” por parte del Sistema de la Reserva Federal y no se espera que se tomen medidas durante varios años.
- Es importante darse cuenta de que en el mundo real las cosas nunca son iguales. En las condiciones actuales, la tentación de devaluar la moneda siempre es más fuerte cuando los precios de mercado superan a los precios de producción subyacentes en oro, regidos por la ley del valor trabajo. Cuando se enfrenta al peligro de la deflación, el sistema bancario central capitalista encabezado por el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos crea suficientes dólares “en papel” adicionales para evitar que los precios en términos de dólares estadounidenses caigan. Esto hace que suba el precio del oro en dólares. Lo que sucede a menudo es que los precios de las mercancías suben en dólares, pero suben menos que el precio del oro en dólares. Aunque los precios de las mercancías terminan subiendo en dólares, terminan bajando en términos de oro.
- Nuevamente, las cosas nunca son iguales. Sin embargo, si sigues los cambios en las tasas de interés día a día, la mayoría de las veces verás que el precio del oro en dólares estadounidenses aumenta cuando las tasas de interés bajan y desciende cuando las tasas de interés suben.
- El análisis a menudo brillante de Anwar Shaikh en su obra “Capitalismo” y en otros lugares, le falla cuando se trata de analizar las tasas de interés porque acepta la idea de que el “dinero moderno” es dinero no-mercancía. Espero tratar esto en detalle cuando revise la obra maestra de Shaikh.
- Esto, y no las políticas de los bancos centrales, explica por qué las tasas de interés siempre aumentan durante la fase ascendente del ciclo industrial.
- A medida que aumentan los precios de las mercancías, aumenta el costo de producción de oro, lo que reduce la tasa de ganancia en la industria de extracción y refinación de oro. Esto hace que el capital fluya de esta industria a otras ramas de la producción ahora más rentables. El resultado es que la producción de oro va a la zaga de otras ramas de la producción durante la fase ascendente del ciclo industrial, lo que conduce a un aumento de las tasas de interés.
Como resultado, durante la fase ascendente del ciclo industrial se necesita más dinero para hacer circular la creciente cantidad de mercancías en circulación. No solo aumenta la cantidad de mercancías en términos de sus diversos valores de uso, sino también en términos de sus precios en aumento. Sin embargo, el afán de lucro hace que los capitalistas industriales produzcan menos material dinerario nuevo a medida que aumenta la necesidad de más dinero en circulación. Como resultado, los tesoros de dinero inactivo almacenados en el sistema bancario caen, las tasas de interés suben y, finalmente, la fase de expansión del ciclo industrial termina en una crisis económica de sobreproducción.
- La lógica de los economistas neoclásicos y los partidarios de la teoría monetaria moderna es, sin embargo, diferente, aunque ambos grupos de economistas apoyan un “flotador limpio”. Los economistas neoclásicos apoyan la idea de un flotador limpio porque el rol del Estado (incluido el banco central) se mantiene al mínimo. La MMT apoya una flotación limpia porque cree que dado que la moneda nacional no es legalmente convertible en oro u otra moneda, la autoridad monetaria tendrá libertad para “monetizar” la deuda nacional en cualquier grado que sea necesario para mantener el “pleno empleo”.
- Esta ley general es modificada por el racismo y el sexismo, que dictan que ciertos trabajos con salarios más altos que el promedio están reservados para hombres blancos y aquellos que pagan salarios más bajos están reservados para mujeres blancas. Otros trabajos están reservados para hombres “no blancos” que pagan salarios más bajos que los trabajos para hombres blancos, mientras que otros trabajos están reservados para mujeres no blancas que pagan los salarios más bajos de todos.
- En promedio, los capitalistas industriales pagan por el valor total (trabajo incorporado) de las mercancías que componen el capital constante. Sin embargo, incluso si pagan por el valor total de la fuerza de trabajo, solo pagan una parte del trabajo realizado por el trabajador. El resto del trabajo se realiza de forma gratuita. Si todo lo demás permanece igual, el capitalista que paga el salario más bajo podrá vender más barato que los demás capitalistas y ganar la batalla de la competencia.