Algunas reflexiones sobre “Repensar El Capital a la luz de los Grundrisse”, de Postone
por Jehu
Al castellano: Non Lavoro
¿Cómo es que debiésemos leer El Capital?
Muchos tienen cada cual su interpretación particular sobre esta cuestión — Harvey, Heinrich, Cleaver y tantos otros.
En mi opinión, Moishe Postone tenía una interpretación única, a la que podríamos considerar como una crítica de la lectura tradicional de El Capital. Su crítica, de la lectura tradicional de El Capital, estaba basada en los Grundrisse, de Marx, que solo comenzaron a ser ampliamente leídos a partir de la década de 1970.
En su ensayo de 2008, Repensar El Capital a la luz de los Grundrisse, Postone argumenta:
“… [Los] Grundrisse nos permiten ver, que la crítica de Marx en El Capital va mucho más allá de la crítica tradicional de las relaciones de distribución burguesas (el mercado y la propiedad privada). No consiste solamente en una crítica de la explotación y la distribución desigual de la riqueza y el poder, aunque, por supuesto, sí incluye esa crítica. Más bien, entiende a la sociedad industrial moderna misma como capitalista, y analiza críticamente el capitalismo, principalmente en términos de estructuras abstractas de dominación, de la creciente fragmentación del trabajo individual y de la existencia individual, y de una lógica de desarrollo ciega y desbocada. Trata a la clase trabajadora como el elemento básico del capital, en vez de como la encarnación de su negación, e implícitamente, conceptualiza el socialismo, no en términos de la realización del trabajo y la producción industrial, sino en términos de la posible abolición del proletariado y de la organización del trabajo en base al trabajo proletario (y así también, del sistema dinámico de compulsión abstracta constituída por el trabajo como una actividad socialmente mediadora).
Quiero que llevemos la atención a una característica importante de la lectura de El Capital de Postone: según Postone, en El Capital, Marx trata a la clase trabajadora como el elemento básico del capital. No, “Un elemento básico del capital”, “EL elemento básico del capital”.
En base a esta lectura de El Capital, Postone argumenta,
“… [La] categoría mercancía, aquí ,no se refiere a las mercancías como las que podrían existir en muchas sociedades, … Más bien, la categoría mercancía aquí, es históricamente específica. Designa la forma social más fundamental de la sociedad capitalista, la forma desde la cual Marx procede a desarrollar los rasgos esenciales y la cualidad dinámica de dicha sociedad. Las características de esa forma, que simultáneamente es un valor y un valor de uso, por ejemplo, deben entenderse también como históricamente específicas”.
Si la clase trabajadora es el elemento básico del capital, se deduce de esta afirmación que una sola mercancía, la fuerza de trabajo, es la forma social más fundamental de la sociedad capitalista.
Por qué Postone nunca afirma esto explícitamente en su ensayo de 2008, no me queda claro. De haberlo dicho explícitamente, podría entonces haber dicho luego que el comunismo debe conceptualizarse en términos de la abolición del trabajo asalariado.
Es una definición más precisa del comunismo que la que él ofrece.
Postone confunde la discusión incluso más cuando aborda lo que él llama el carácter dual de la mercancía, como valor de uso y como valor. En el ensayo, Postone argumenta que la “dimensión del valor de uso de la mercancía no es históricamente exclusiva del capitalismo”. Si bien esto es cierto, el problema con esta afirmación es que, como nos lo informa el propio Postone, la mercancía no es históricamente exclusiva del capitalismo. Sin embargo, explica Postone, en El Capital, Marx no se está refieriendo a las mercancías como las que podrían existir en muchas otras sociedades. Se está refieriendo únicamente a una mercancía históricamente específica, es decir, a la fuerza de trabajo.
La fuerza de trabajo no solo es una mercancía históricamente específica del capitalismo, tiene además un valor de uso históricamente específico al capitalismo. A diferencia de cualquier otra mercancía, la fuerza de trabajo es una singular mercancía, con la capacidad para crear valor en sí mismo. El valor de uso de la fuerza de trabajo, que es históricamente específico del capitalismo, es que crea valor y puede, por lo tanto, valorizar su propio valor.
La fuerza de trabajo confluye con nuestra definición esencial del capital: es valor que se autovaloriza. El maíz no puede valorizarse a sí mismo, ni el hierro, ni el hilo; la autovalorización es una cualidad única y exclusiva de la fuerza de trabajo.
Lo que inesperadamente encontré aquí en el ensayo de Postone del 2008, me obliga a mirarlo más de cerca.
¿De qué me estoy perdiendo?