UNA CRÍTICA DE LAS TEORÍAS DE LA CRISIS
[ÍNDICE DE LA SERIE]
Desproporcionalidad (parte 3)
Sam Williams
Al castellano: Non Lavoro
Según Marx, el modo de producción capitalista sólo puede existir a largo plazo como un sistema de reproducción ampliada. Pero la reproducción ampliada sólo puede tener lugar si se mantienen ciertas proporciones entre el Departamento I, que produce los medios de producción, y el Departamento II, que produce los medios de consumo (personal).
Supuestos básicos de Marx
Marx desarrolló sus diagramas de la reproducción ampliada en el volumen II de “El capital” a partir de los diagramas de la reproducción simple. Al igual que en el caso de la reproducción simple, Marx asumió que la sociedad consta de solo dos clases, capitalistas industriales y trabajadores productivos. Como en el caso de los diagramas de la reproducción simple, la tasa de plusvalía es del 100 por ciento. Es decir, los trabajadores trabajan la mitad del tiempo para ellos mismos y la mitad del tiempo para los capitalistas industriales.
Los diagramas de la reproducción ampliada se refieren únicamente al capital gastado en el proceso de reproducción anual más el capital recién acumulado. Se conserva la relación de capital constante a variable de cinco sextos de constante a un sexto de variable. (1) En los diagramas, se permite que la economía capitalista crezca en tamaño pero permanece cualitativamente sin cambios.
Tenemos una especie de equilibrio dinámico de crecimiento económico. Marx asume que la mitad de la plusvalía se transforma en nuevo capital — se capitaliza. La otra mitad es consumida de forma improductiva por los capitalistas.
Esta es la gran diferencia entre la reproducción ampliada y la reproducción simple que exploramos la semana pasada. En la reproducción simple, los capitalistas consumen toda la plusvalía de forma improductiva. Se conserva el capital existente, pero no hay acumulación de capital. En los diagramas de la reproducción ampliada, Marx introdujo la acumulación de capital en el marco de la reproducción. (2)
Marx desarrolló el siguiente conjunto de ecuaciones. La primera ecuación representa el Departamento I y la segunda el Departamento II. Comencemos con el Departamento I.
Hay un valor de 5.000 de capital constante consumido y 1.000 de capital variable. Dado que la tasa de plusvalía es del 100 por ciento, la plusvalía también es de 1.000. (3) Sumando estos números, obtenemos una producción anual total de 7.000 medios de producción. La mitad de la plusvalía de 1.000 se acumulará, se transformará en nuevo capital durante el próximo ciclo anual, y la mitad será consumida de manera improductiva por los capitalistas.
La segunda ecuación representa la producción del Departamento II, los medios de consumo. El capital constante que habrá que reponer es 1.430, el capital variable 285 y la plusvalía 285. La producción total de medios de consumo, por tanto, es 2.000.
5.000Ic + 1.000Iv + 1.000Is = 7.000
1.430IIc + 285IIc + 285IIs = 2.000
Para preservar la relación existente de capital constante a variable requerida por su método, Marx hizo que cinco sextas partes del capital recién creado en el Departamento I (5/6 x 500) se transformaran en capital constante y (1/6 x 500) se acumularan como nuevo capital variable. Esto equivale a alrededor de 417 nuevos capitales constantes y 83 nuevos capitales variables. (4) Dado que solo el capital variable produce plusvalía y la tasa de plusvalía es del 100 por ciento, la plusvalía producida por el Departamento I aumentará en el próximo ciclo de reproducción anual de 1.000 a 1.083.
Este cálculo es bastante sencillo. El problema real es, ¿cuánto tiene el Departamento II para aumentar su producción de forma tal de mantener las condiciones de reproducción ampliada?
Ahora, las cinco sextas partes de las 500 en plusvalía que se convertirán en nuevo capital constante permanecen dentro del Departamento I. Eso deja una sexta parte de 500 de la plusvalía que acumula el Departamento I como capital variable adicional. Esto llega a 83 en capital variable nuevo. Sin embargo, este nuevo capital variable potencial está compuesto por mercancías cuyos valores de uso material consisten en medios de producción.
A los trabajadores del Departamento I no se les puede pagar en medios de producción, se les debe pagar en medios de consumo. Para obtener los medios de consumo necesarios, el Departamento I debe realizar un intercambio con el Departamento II. El problema que debe resolverse es cuánto tiene que expandirse el capital constante del Departamento II para mantener el equilibrio entre el Departamento I y el Departamento II. La clave de la solución es la ecuación cII = vI + sI. (5) Recordemos, la reproducción simple está contenida dentro de la reproducción ampliada.
La segunda ecuación, que representa la producción de los medios de consumo, tiene 1.430 de capital constante, 285 de capital variable y, como la tasa de plusvalía es del 100 por ciento, 285 de plusvalía. Por lo tanto, tenemos una producción anual total de 2000 medios de consumo antes de que comience la reproducción ampliada.
Observemos que cII tiene un valor de 1.430. Sin embargo, Iv tiene un valor de 1.000 y sI también 1.000. Ahora quiero llegar a la reproducción simple que está contenida dentro de la reproducción ampliada. Siguiendo el supuesto de Marx, por lo tanto, divido 1.000 por dos para obtener la mitad de sI que será consumida improductivamente por los capitalistas del Departamento I. Recuerda, la producción total del Departamento I consiste en valores de uso que son totalmente inadecuados para el consumo personal.
Aquí notamos una desigualdad. El departamento I está sobreproduciendo 70 en relación con las necesidades de la reproducción simple, como lo ilustra la expresión 1.430cII < 1.000Iv + 500Is. El Departamento I necesita 70 adicionales en términos de medios de consumo personal o improductivo para los capitalistas del Departamento I. El Departamento I también necesitará 83 adicionales en términos de medios de consumo (salarios) para los trabajadores adicionales que debe contratar.
Pero antes de que tenga lugar el intercambio con el Departamento II, los 83 existen solo en la forma de medios de producción totalmente inadecuados para el consumo de los trabajadores recién contratados del Departamento I. Por lo tanto, el Departamento I necesitará un total de 70 (aumento del consumo improductivo para los capitalistas de I) + 83 (para salarios de trabajadores recién contratados de I) en bienes de consumo. Para satisfacer esta demanda adicional de bienes de consumo del Departamento I, el cII debe aumentar en el próximo ciclo anual de reproducción de 1.430 a 1.583.
Entonces, en el próximo año, o cualquiera que sea el período de reproducción, el cII debe aumentar de 1.430 a 1.583.
Ahora, ¿qué pasa con el siguiente término en la segunda ecuación, 285IIv? Como en el Departamento I, hay cinco sextos de capital constante por cada sexto de capital variable. Para mantener esta proporción, Marx simplemente tuvo que calcular el 20 por ciento de 1583 (un sexto es el 20 por ciento de cinco sextos), que redondeó a 316. ¿De dónde viene el capital variable adicional (316 – 285), o 31? Se deduce del sII al igual que los 153 adicionales del cII. Dado que la tasa de plusvalía es del 100 por ciento, esto significa que sII también será 316 en el próximo ciclo de reproducción. En conjunto, la producción de medios de consumo debe pasar, por tanto, de 2.000 a 2.215 (2.000 + 153 + 31 + 31).
Marx continuó el cálculo hasta el cuarto año — o el período de producción — cuyos resultados se reproducen a continuación.
Año 2
5.417c + 1.083v + 1.083s = 7.583
1.583c + 316v + 316s = 2.215
Año 3
5.869c + 1.173v + 1.173s = 8.215
1.715c + 342v + 342s = 2.399
Año 4
6.358c + 1.271v + 1.271s = 8.900
1.858c + 371v + 371s = 2.600
En los cálculos anteriores, como se indicó anteriormente, Marx mantuvo la composición orgánica sin cambios. Si agregamos un aumento en la composición orgánica del capital, surgen ciertas leyes básicas de movimiento de la producción capitalista, aunque por razones de método Marx no lo demostró en el volumen II de “El capital”.
Si se permite que Iv crezca más lentamente en términos porcentuales en comparación con cI, que será el caso si la composición orgánica del capital está aumentando en el Departamento I, todo lo demás permanece igual, cII también tendrá que crecer más lentamente si la sobreproducción en el Departamento II en relación con el Departamento I. Una composición orgánica creciente del capital significa una caída en la tasa de ganancia, permaneciendo invariable la tasa de plusvalía.
Dado que se puede esperar que la composición orgánica del capital aumente con el tiempo, esperaríamos que el Departamento I, la producción de los medios de producción, crezca más rápido que el Departamento II (6), la producción de los medios de consumo, y la tasa de ganancia mostrará una tendencia a la baja.
Sin embargo, Marx no amplió sus diagramas en el volumen II para ilustrar estas tendencias. Esto se debe a que no introdujo la tendencia decreciente de la tasa de ganancia en función del aumento de la composición orgánica del capital hasta el volumen III. Por tanto, demostrar la caída de la tasa de ganancia basada en la reproducción ampliada con una composición orgánica del capital en aumento en lugar de estable habría estado fuera de lugar en el volumen II.
Solo después de haber escrito el volumen III, Marx podría haber producido diagramas que ilustraran la reproducción ampliada con una composición orgánica creciente si quería permanecer fiel a su método. Hasta donde se sabe, Marx nunca desarrolló diagramas que ilustraran la reproducción capitalista ampliada con una composición orgánica creciente del capital. Sin embargo, proporcionó a las generaciones futuras de marxistas todas las herramientas necesarias para hacerlo y, como veremos más adelante, esto fue hecho en los primeros años del siglo pasado.
Las tablas de la reproducción ampliada y la teoría de la crisis
Al igual que en el caso de la reproducción simple, para que las cosas vayan bien, debe mantenerse la proporcionalidad tanto en términos de valor como en términos de valor de uso. Hay muchas oportunidades para que las cosas salgan mal y para que estallen crisis de varios tipos.
Una vez más, la gran mayoría de los marxistas que se han ocupado de la reproducción, ya sea simple, expandida con una composición orgánica invariable o expandida con una composición orgánica creciente de capital y una tasa de ganancia decreciente, han ignorado la cuestión del dinero. Como hemos visto antes en estas publicaciones, mientras abstraigamos el dinero, permanecemos atrapados en el mundo de la Ley de Say.
Podemos tener una sobreproducción en el Departamento I en relación con el Departamento II o una sobreproducción en el Departamento II en relación con el Departamento I, en términos de valores de uso, o de valores o tanto valores de uso como de valores. Pero mientras dejemos de lado el dinero, no podemos tener una sobreproducción general de mercancías tanto en el Departamento I como en el Departamento II.
Marx, sin embargo, no abstrajo el dinero. En el caso de la reproducción simple, Marx asumió que las industrias de producción y refinación de oro producían el oro justo para reemplazar el oro perdido debido al desgaste de las monedas de oro circulantes.
Con la reproducción ampliada, este nivel de producción de oro no sería suficiente. Sería necesario, usando los supuestos de Marx, que la moneda consista solo en monedas de oro de peso completo, que la producción anual de oro no solo cubra el reemplazo del desgaste de las monedas de oro en circulación, sino que se debe producir oro adicional para hacer circular la cantidad creciente de mercancías producidas tanto en el Departamento I como en el Departamento II, a menos que exista un excedente de monedas de oro a la mano o aumente la velocidad de circulación del dinero.
Pero, ¿es esto realmente un problema? ¿Acaso no pueden el Estado y su “autoridad monetaria” simplemente aumentar la cantidad de “dinero fiduciario” a medida que se expande la producción de mercancías? (7) ¿O acaso pueden? Antes de que podamos responder a esta pregunta, tendremos que examinar la teoría del dinero de Marx, que no se encuentra en el volumen II de “El capital” sino más bien al comienzo del volumen I. Comenzaré este examen en el próximo artículo.
A medida que el volumen II de “El capital” fue gradualmente asimilado por el movimiento marxista en los primeros años del siglo pasado, las teorías de la crisis basadas en la desproporcionalidad entre los dos departamentos de producción se hicieron populares. Esta fue la era de la Segunda Internacional (8) antes de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. En esta era, prácticamente todos los marxistas se llamaban a sí mismos “socialdemócratas”, incluido Lenin y otros futuros líderes de la Revolución Rusa. (9)
A diferencia de los años posteriores a la Revolución Rusa, el término socialdemócrata no significa necesariamente reformista. En esos años, mientras algunos socialdemócratas eran reformistas, otros como Lenin y Rosa Luxemburg eran revolucionarios. Además del ala revolucionaria de la izquierda, representada por Lenin y Luxemburgo, en la derecha había “revisionistas” como el socialdemócrata alemán Edward Bernstein, que ya era abiertamente reformista. (10)
También había un amplio “centro” que oscilaba entre los dos polos. Este centro, que incluía a figuras como Karl Kautsky, Rudolf Hilferding y Otto Bauer, a veces hizo valiosas contribuciones a la teoría marxista, pero tendió hacia el reformismo en la práctica. Este período, fuera de Rusia, aún no fue revolucionario. (11) En Europa Occidental, así como en los Estados Unidos, estos años fueron algo así como los primeros 25 años después de la Segunda Guerra Mundial, cuando prevaleció la gran prosperidad capitalista. Como consecuencia, la revolución no parecía estar en la agenda inmediata.
Por otro lado, la prosperidad significó que había una gran y creciente demanda de mercancía fuerza de trabajo. Esto alentó el rápido crecimiento del movimiento obrero en Europa Occidental, tanto a nivel sindical como de los partidos socialdemócratas de la Segunda Internacional. Estos partidos estaban logrando grandes avances en las elecciones, y una mayoría socialdemócrata en el Reichstag, el parlamento alemán, parecía ser solo cuestión de tiempo. La atmósfera política “progresista” pero no revolucionaria en las regiones situadas al oeste del imperio del zar alentó tanto el desarrollo de la teoría marxista, por un lado, como la práctica reformista, por el otro. Estas fueron las condiciones que dieron origen a la corriente centrista en la socialdemocracia internacional.
Es cierto que las desproporcionalidades entre los departamentos de producción, así como las desproporcionalidades dentro de ellos, pueden dar lugar a crisis de diversa índole. Sin embargo, estas crisis pueden verse como meros accidentes. Por lo tanto, los teóricos socialdemócratas más reformistas tenían la esperanza de que a medida que el capitalismo se “organizara” más a través del creciente poder de los bancos, los trusts y los cárteles, la anarquía de la producción que caracteriza al capitalismo se volvería menos intensa. Las desproporciones entre el Departamento I y el Departamento II, así como las desproporciones dentro de los departamentos, tal vez se volverían menos intensas.
El resultado sería que las crisis se volverían más leves a medida que el capitalismo se transformara gradualmente en una economía planificada. Esto, combinado con el crecimiento del poder de los parlamentos, junto con el creciente número de socialdemócratas elegidos para los parlamentos, marcaría una transición evolutiva gradual del gobierno de la minoría capitalista explotadora a la mayoría de la clase trabajadora socialista. Como la explotación capitalista misma, esperaban los reformistas, las crisis simplemente se desvanecerían.
Las fórmulas de la reproducción de Marx y la teoría del colapso
Como expliqué anteriormente, Marx realizó sus cálculos durante cuatro períodos de reproducción ampliada. Pero, en principio, las fórmulas de la reproducción pueden continuar hasta el infinito siempre que se cumplan las reglas de la reproducción ampliada. Aquí el capitalismo aparece como un sistema económico sin límites, incluso si hay desproporciones accidentales y crisis en el camino. Los reformistas dentro y alrededor de la socialdemocracia internacional estaban encantados. ¡Habían obtenido una gran victoria sobre el ala revolucionaria de la socialdemocracia con la ayuda del propio Marx! ¿No había demostrado Marx que el capitalismo podía durar en efecto para siempre? ¿Y no lo había hecho de una manera mucho más convincente que los propios economistas burgueses?
En este período, a las corrientes reformistas y centristas al oeste del Imperio ruso se unieron ciertas tendencias que surgieron dentro del marxismo ruso.
Como mencioné la semana pasada, los primeros marxistas rusos se habían separado de los populistas rusos sobre la cuestión de si el capitalismo podría desarrollarse en Rusia. Los marxistas rusos utilizaron los diagramas de la reproducción de Marx para demostrar que el capitalismo podría desarrollarse y de hecho se desarrollaría en Rusia. Mientras se mantuvieran las proporciones adecuadas entre el Departamento I y el Departamento II, todo el valor y la plusvalía producidos por la economía capitalista podrían realizarse. El problema de los mercados adecuados — aunque quizás no del todo sin fricciones y crisis ocasionales — se resolvería por sí solo. A medida que la industria capitalista siguió creciendo en Rusia y las relaciones capitalistas se extendieron en la agricultura, los marxistas rusos se sintieron reivindicados.
Los marxistas rusos de esos años no creían que Rusia estuviera en vísperas de una revolución socialista. En cambio, sostenían — y esta era también la creencia de los marxistas occidentales — que Rusia estaba en vísperas de una revolución burguesa. La revolución que se avecinaba en Rusia acabaría con la autocracia zarista y el feudalismo y, por lo tanto, proporcionaría condiciones mucho mejores para un mayor desarrollo del capitalismo ruso. Solo después de que el capitalismo ruso alcanzara un alto grado de desarrollo, la transición al socialismo en Rusia estaría en la agenda.
El marxismo burgués ruso
Marx, por tanto, atrajo no sólo a los primeros representantes del proletariado ruso, sino también a ciertos representantes de la burguesía naciente. Estos marxistas rusos burgueses convirtieron a Marx en un profeta del capitalismo. ¿No había probado Marx, en el volumen II de “El capital”, que el capitalismo podía expandirse sin límites? ¿No había demostrado Marx que los mercados no serían un problema mientras se mantuvieran las proporciones correctas de producción? Y las proporciones correctas de producción surgirían a través del proceso normal de competencia capitalista. Aunque podría haber crisis ocasionales en el camino, argumentaron los marxistas burgueses, a la larga, los límites del mercado eran los mismos que los límites de la producción. Aunque el desarrollo capitalista de Rusia estaba retrasado en relación con Europa Occidental, Estados Unidos e incluso Japón, eso no sería un problema. Habría muchos mercados para todos los capitalistas, tanto antiguos como nuevos. ¿Y quién lo había probado en el riguroso lenguaje de las matemáticas? ¡El mismo Karl Marx!
A estos marxistas rusos burgueses a veces se les llamaba “marxistas legales”, ya que se adaptaban a la legalidad zarista. Mikhail Tugan-Baranovsky, que era cercano al marxismo legal — o burgués — ruso, usó las tablas de la reproducción de Marx para demostrar que el capitalismo en general y el capitalismo ruso en particular tenían un futuro brillante por delante. No importaba cuánto se expandiera el capitalismo, ni siquiera cuánto aumentara la composición orgánica del capital, siempre que se mantuvieran las proporciones adecuadas entre el Departamento I y el Departamento II. Tal como lo habían explicado Say y Ricardo un siglo antes, la oferta crearía su propia demanda.
Rosa Luxemburg hace sonar la alarma
Rosa Luxemburg estaba alarmada. En su lucha contra los “revisionistas” alemanes, Luxemburg había dependido en gran medida de una tendencia inherente al colapso económico dentro del capitalismo. En “Reforma o revolución”, Luxemburg había previsto una fase de declive del capitalismo que se produciría cuando finalmente se agotara la capacidad del mercado mundial para expandirse.
“Reforma o revolución”, cuya primera edición se publicó en 1898, fue escrito durante un período de calma en las crisis capitalistas mundiales. (12) Luxemburg expuso la tesis de que las primeras crisis — las de 1825 a 1866 más la crisis austro-germano-estadounidense de 1873 — se habían basado en la expansión del mercado mundial. Pero las crisis que marcarían la fase de declive del capitalismo se producirían en el contexto de un mercado mundial que estaría perdiendo cada vez más su capacidad para una mayor expansión. A medida que pasaba el tiempo, los nuevos mercados que los capitalistas necesitaban serían cada vez menos. Cuando se publicó “Reforma o revolución”, Luxemburg y los socialdemócratas fuera de Rusia desconocían en gran medida las tablas de la reproducción del volumen II de “El capital”.
Pero cuando Luxemburg conoció las tablas de reproducción del volumen II, se alarmó mucho. ¿No había subrayado el mismo Marx que ningún orden social desaparece hasta que no se han desarrollado plenamente las fuerzas productivas para las que era adecuado? Por ejemplo, el feudalismo no cedió el paso al capitalismo porque el capitalismo fuera un sistema “mejor” o más “justo”, sino porque las fuerzas productivas que estaban surgiendo a partir de la Edad Media tardía en adelante podían estar cada vez menos confinadas dentro de los estrechos límites establecidos por la agricultura feudal y la producción gremial.
¿Pero la caída en la tasa de ganancia provocada por el aumento en la composición orgánica no significaba que el capitalismo eventualmente tendría que dar paso al socialismo? A Luxemburg no le convencía este argumento. ¿Por qué no? Como ya hemos visto, la caída de la tasa de ganancia va acompañada de un aumento de la masa de ganancia. Los capitalistas se ven compensados por la caída de la tasa de ganancia con el crecimiento del tamaño de sus capitales. A pesar de la caída de la tasa de ganancia, las ganancias obtenidas por la clase capitalista siguen creciendo. Luxemburg no veía cómo la caída en la tasa de ganancia conduciría al fin del capitalismo, en sus palabras, antes que “el sol se apague”.
En su “La acumulación del capital”, publicado por primera vez en 1913, Luxemburg trató de encontrar un defecto en los diagramas de la reproducción ampliada de Marx. Afirmó en “La acumulación…” que había demostrado que la reproducción ampliada no podía tener lugar en un sistema cerrado donde cada persona era un capitalista industrial o un trabajador productivo. Estos, recordemos, fueron de hecho los supuestos de Marx en sus tablas de la reproducción simple y ampliada.
La reproducción capitalista ampliada, sostenía Luxemburg, solo era posible dada la existencia de una producción de mercancías simple, que coexistía con el sistema capitalista. A medida que la producción de mercancías simples continuara disminuyendo, sería solo cuestión de tiempo antes de que el mercado mundial se agotara, tal como ella había supuesto en “Reforma y revolución”. El capitalismo habría llegado entonces al punto en que se hubieran desarrollado todas las fuerzas productivas que le son adecuadas. Se habrían sentado entonces las bases materiales para la inevitable transición al socialismo. (13)
Pocos de sus compañeros marxistas, incluido el más famoso, Lenin, encontraron convincentes los argumentos que presentó Luxemburg en “La acumulación del capital”. Esto parecía dejar a la caída en la tasa de ganancia como la única barrera incorporada en la capacidad del capitalismo para desarrollar las fuerzas productivas, después de todo. Pero entonces, ¿qué impediría que el capitalismo perdurara hasta que se apagara el sol, en palabras de Luxemburg?
El socialdemócrata “centrista” Otto Bauer había ofrecido antes sus propias tablas de la reproducción ampliada. A diferencia de las de Marx, estas tablas presentaban una composición orgánica creciente del capital y una caída en la tasa de ganancia. Como en Marx, los diagramas de Bauer cubrían cuatro períodos de reproducción. Durante estos cuatro períodos, el Departamento I crece más rápido que el Departamento II y la tasa de ganancia cae. Sin embargo, se mantiene la tasa de acumulación.
Bauer logró esto haciendo que sus capitalistas aumentaran gradualmente la parte del capital excedente que se acumula en comparación con la parte que se consume de manera improductiva. Esto parecía probar — y puede haber inspirado parcialmente — el punto de vista de Luxemburg de que la caída gradual en la tasa de ganancia que se esperaría a medida que la tasa orgánica aumentara gradualmente nunca conduciría al colapso del capitalismo.
La tinta de “La acumulación del Capital” apenas se había secado antes de que estallara la Primera Guerra Mundial. Tres años después, estalló la revolución en Rusia y, contrariamente a las expectativas de la gran mayoría de los marxistas rusos y occidentales por igual, la revolución llevó a la clase trabajadora al poder y la Revolución rusa asumió un carácter socialista.
Por un tiempo, parecía que la revolución rusa se extendería por toda Europa y más allá. Los soviets de trabajadores — soviet significa consejo en ruso — cubrieron Alemania en 1918. Parecía que Alemania complementaría la Revolución Rusa con una poderosa revolución propia. A diferencia de Rusia, donde las condiciones económicas estaban lejos de estar maduras para el socialismo según prácticamente todos los marxistas, en Alemania, con su industria altamente desarrollada y centralizada, las condiciones eran más favorables para el establecimiento de una sociedad socialista. En estas condiciones, toda la controversia del colapso planteada por Rosa Luxemburg parecía más bien académica, por decir lo menos.
Pero después de 1923, el capitalismo europeo parecía estar entrando en una nueva etapa de “estabilización”. En ese año, N. I. Bukharin, entonces considerado el principal teórico del ahora gobernante Partido Comunista Soviético y de la Internacional Comunista, lanzó un nuevo ataque contra la “teoría del colapso” de Luxemburg, que examinaré en publicaciones futuras.
El punto principal de Bukharin era que una sociedad capitalista pura formada solo por capitalistas y trabajadores no tendría problemas para realizar el valor y la plusvalía de las mercancías que producía mientras se mantuvieran las proporciones correctas de producción. Sin embargo, en 1929, que resultó ser el año en que comenzó la crisis de 1929-33, Henryk Grossman reabrió el debate sobre el colapso. Hizo esto simplemente extendiendo las tablas de la reproducción de Bauer y mostró que el equilibrio dinámico de las tablas de hecho colapsaría si el cálculo se extendiera lo suficiente. La polémica del colapso se había vuelto a abrir. (14)
Volveré a esta cuestión extremadamente importante, ya que concierne nada menos que al destino final de la sociedad moderna. Pero antes de hacer esto, tengo algunos asuntos pendientes, pues tengo que explorar la teoría del dinero. Tendré que abandonar el volumen II de “El Capital” por ahora, en favor del comienzo mismo del volumen I. Una vez que esto esté fuera del camino, podré echar otro vistazo a la controversia del colapso.
NOTAS
- El método de Marx hizo necesaria esta suposición. Si Marx hubiera incluido una composición orgánica creciente del capital, habría tenido que lidiar con la caída de la tasa de ganancia. Sin embargo, Marx se ocupó únicamente de la reproducción en el volumen II, dejando para el volumen III la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.
- En contraste, los modelos desarrollados por los primeros economistas marginalistas neoclásicos eran estáticos, sin crecimiento económico. Los modelos posteriores de crecimiento económico desarrollados por los economistas burgueses están todos más o menos inspirados en los diagramas de reproducción ampliada de Marx.
- Marx se ocupó tanto de la reproducción simple como la ampliada antes de introducir la igualación de la tasa de ganancia y la transformación de los valores en precios de producción por una buena razón. Si hubiera trabajado con los precios de producción en lugar de los valores, el hecho de que es solo el capital variable el que produce plusvalía habría sido ocultado tal como a los capitalistas en la lucha diaria de la competencia y a los economistas burgueses vulgares que se quedan atrapados en el mundo de las apariencias producido por los precios de producción.
- Se introducen pequeños errores en estos cálculos debido al redondeo, pero la esencia del argumento no se ve afectada.
- A diferencia de los feos valores aritméticos, la ecuación algebraica simple cII = vI + sI es lo que los matemáticos llaman elegante. Es una de las ecuaciones más poderosas de toda la economía.
- La llamada escuela austriaca de economía burguesa, que es popular en la derecha libertariana, casi con certeza tomó prestado de Marx el crecimiento más rápido del Departamento I en relación con el Departamento II. En su terminología, la producción se vuelve más “redonda” a medida que se desarrolla el capitalismo. En términos marxistas, el Departamento I crece más rápidamente que el Departamento II y aumenta la composición orgánica del capital. Leales en principio a la Ley de Say, los austriacos niegan que las crisis sean causadas por una sobreproducción generalde mercancías tanto en el Departamento I como en el Departamento II, sino más bien por una sobreproducción en el Departamento I con respecto al Departamento II. Exploraré la escuela austriaca en publicaciones futuras, pero este todavía no es el lugar para hacerlo.
- Tanto John Maynard Keynes como Milton Friedman resolvieron el problema de “de dónde vendrá el dinero” refiriéndose a la “autoridad monetaria”. Ambos economistas burgueses dependen en gran medida de la “autoridad monetaria” para producir el capitalismo libre de crisis que ambos economistas afirmaron que era posible si sólo los gobiernos y sus “autoridades monetarias” siguieran las políticas que ellos recomendaban.
- La Segunda Internacional fue fundada en 1889 y terminó su papel progresista en 1914 cuando la mayoría de las diversas secciones de la internacional apoyaron a sus propios gobiernos imperialistas en la Primera Guerra Mundial. Entre los años 1889 y 1914, prácticamente todos los marxistas, así como muchos reformistas y liberales laborales eran miembros de la Segunda Internacional.
- Engels había expresado reservas sobre el término “socialdemócrata”. El objetivo del movimiento obrero no era desarrollar una nueva forma de estado democrático, señaló, sino derrocar por completo la sociedad de clases y reemplazarla por una sociedad sin clases donde los medios de producción serían de propiedad común. La desaparición del dominio de clase y de las clases mismas implican no un Estado democrático sino la desaparición total del Estado. En el momento de la Revolución Rusa, Lenin instó a que se abandonara el término “socialdemócrata” y se reemplazara por el término “comunista”. Desde entonces, “socialdemócrata” ha sido utilizado sólo por tendencias abiertamente reformistas en el movimiento obrero.
- A finales del siglo XIX, el socialdemócrata alemán Edward Bernstein dirigió una campaña para transformar al Partido Socialdemócrata Alemán, el SPD, en un partido abiertamente reformista no revolucionario. Bernstein y sus seguidores se hicieron conocidos como “revisionistas”. En ese período, el “revisonismo” no era un insulto sino que simplemente expresaba el hecho de que ciertos socialdemócratas habían “revisado” a Marx rechazando sus conclusiones revolucionarias en favor del reformismo.
Mucho más tarde, después de la Segunda Guerra Mundial, los líderes del Partido Comunista Chino afirmaron que el Partido Comunista Soviético bajo el liderazgo de Nikita Jrushchov había adoptado políticas “revisionistas”, es decir, había reemplazado las políticas revolucionarias de Lenin con políticas reformistas que eran análogas a las propuestas por Bernstein medio siglo antes. Sin embargo, en unos pocos años, el término “revisonismo” degeneró en un simple insulto político, cuando los comunistas chinos afirmaron que Jrushchov y sus sucesores habían restaurado completamente el capitalismo en la Unión Soviética e incluso compararon la Unión Soviética bajo su liderazgo con la Alemania nazi. El uso del término “revisionista” para describir las políticas del Partido Comunista Soviético fue silenciosamente abandonado después de que Deng Xiao-ping se convirtiera en el jefe de facto del Partido Comunista Chino en 1978.
- El crecimiento del imperialismo debe tenerse en cuenta al examinar la evolución de la socialdemocracia y del movimiento obrero en general. Cada vez más, el mundo se dividía en un puñado de países que explotaban al resto del mundo, y un número mucho mayor de países oprimidos que se convertían abiertamente en colonias o, como China, se convertían en semicolonias. Esto permitió a los capitalistas de las naciones opresoras utilizar superbeneficios extraídos de los países oprimidos para mejorar las condiciones de una capa de trabajadores en los países imperialistas. Esto a su vez creó una base para el reformismo y las políticas reaccionarias proimperialistas en general dentro delos movimientos obreros de los países imperialistas opresores. Por ejemplo, Bernstein y otros “revisionistas” apoyaron abiertamente el colonialismo. En cambio, el ala revolucionaria de la socialdemocracia se opuso al colonialismo.
- Entre 1825 y 1866, el capitalismo mundial se vio afectado por una serie de crisis económicas mundiales, muy parecidas a la crisis actual, que está golpeando a todos los países que se dedican a la producción capitalista al mismo tiempo. En la primavera de 1873, Austria y Alemania sufrieron fuertes crisis económicas, que se extendieron a los Estados Unidos en el otoño de ese año. Pero Gran Bretaña, que seguía siendo el centro del capitalismo mundial, evitó una crisis económica aguda y escapó con solo algo de estancamiento empresarial.
En las décadas de 1880 y 1890, las recesiones tendieron a afectar a diferentes países capitalistas en diferentes momentos. En la última parte de la década de 1890, justo antes de que estallara la controversia revisionista, se produjo un poderoso auge económico en todo el mundo capitalista. Los economistas capitalistas, señalando estos desarrollos, afirmaron que era poco probable que ocurrieran graves crisis económicas mundiales en el futuro, una opinión apoyada por Bernstein y otros revisionistas. En “Reforma y revolución”, publicado por primera vez en 1898 y dirigido a los revisionistas, Luxemburg desafió este punto de vista.
- Los partidarios del concepto de colapso son acusados a menudo de esperar pasivamente a que el capitalismo se derrumbe “automáticamente”. Esto, claramente, es completamente falso en el caso de Luxemburgo. Luxemburgo fue una revolucionaria de acción que literalmente murió en el frente revolucionario en 1919. Henryk Grossman, en su obra, enfatizó que la transición al socialismo no ocurriría automáticamente debido al colapso puramente económico del capitalismo, sino que solo podría ocurrir a través de la acción consciente de la clase trabajadora.
- El comienzo de la crisis de 1929 y la publicación del libro de Grossman ese mismo año parece haber sido pura coincidencia.