Respuesta a LK: Cómo la teoría del valor-trabajo destruye al ‘dinero’ fiduciario

 por Jehu

Al castellano: @aederean

https://therealmovement.wordpress.com/2015/06/12/reply-to-lk-how-labor-theory-of-value-destroys-fiat-money/


No es muy frecuente que esté de acuerdo con los keynesianos en algo, pero esta publicación, Fiat Money Destroys the Labor Theory of Value, se acerca mucho. El autor del artículo, LK, que tiene un conocimiento sorprendentemente bueno de los conceptos básicos de la teoría laboral, sostiene que el dinero fiat destruye la teoría del valor-trabajo y estoy completamente de acuerdo con él/ella en este punto.

“Toda la explicación de Marx sobre el surgimiento del dinero en el capítulo 2 de El capital asume que el dinero debe ser una mercancía. … Entonces, sólo si el dinero es una mercancía especial, que tiene un valor-trabajo, puede funcionar como un medio universal de intercambio y numéraire. No se podría tener una expresión más clara del punto de vista de Marx: el dinero debe ser necesariamente una mercancía producida con un valor-trabajo para funcionar incluso como dinero, porque, en opinión de Marx, todo intercambio de mercancías se basa en el hecho de que las mercancías (incluyendo el dinero) se hacen conmensurables al tener valores-trabajo cuantitativos”.

Si pareciera que Marx estuviese equivocado de manera demostrable en algo relacionado con economía, este es probablemente el ejemplo más evidente. Sin embargo, estar equivocado sobre el dinero no es como equivocarse sobre una predicción del PIB del próximo año. Todo lo que Marx argumenta en El capital se basa en sus argumentos en los primeros tres capítulos, incluido su análisis del dinero. Para Marx, estar equivocado sobre el dinero tiene implicaciones al menos tan profundas como establecer, más allá de toda duda, que el valor no tiene nada que ver con el trabajo. No es como que los marxistas pudieran admitir que el trabajo no es la fuente del valor, y mantuvieran aún que Marx tenía razón “en general”. En ese mismo sentido, no hay forma de que se pueda pretender que Marx estaba equivocado acerca del dinero como mercancía, pero tenía razón en casi todo lo demás. No es posible, y LK no permitirá que los economistas marxistas traten de echarnos esa tontería encima.

El dinero juega un papel absolutamente crítico en la teoría laboral porque es el único medio por el cual nuestro propio trabajo puede convertirse en un poder extraño que se nos enfrenta. Si el dinero no funciona como dice Marx, el capital mismo es imposible. Esto tiene que incomodar a los marxistas porque, como argumenta LK:

“Pero en el mundo moderno prácticamente todas las mercancías se intercambian por dinero fiat, que claramente no es una mercancía reproducible con un valor-trabajo en el sentido de Marx. No se puede intercambiar una mercancía por algo sin valor-trabajo (es decir, dinero fiat) y mantener la teoría ortodoxa del valor-trabajo de Marx, pues las mercancías se intercambiarían contra una cosa sin valor-trabajo en el sentido convencional”.

LK da lo que creo que es una evidencia incontrovertible para este punto de vista: El fiat contiene solo una cantidad extremadamente pequeña de trabajo humano vivo.

“[La] cantidad de trabajo necesaria para crear $ 1 de dinero fiat es apenas diferente de la necesaria para crear $ 1 millón o $ 100 mil millones (es decir, algunas pulsaciones de teclas adicionales). Sin embargo, obviamente, un dólar de dinero de alto poder y un millón de dólares compran mercancías con cantidades muy diferentes de tiempo de trabajo abstracto socialmente necesario en el sentido de Marx de este concepto. No se puede explicar el valor de cambio del dinero fiat apelando al tiempo de trabajo abstracto socialmente necesario requerido para crearlo”.

LK concluye:

“En nuestro mundo de dinero fiat, la teoría del valor-trabajo de Marx, como se presenta en el volumen 1 de El capital, está intelectualmente en bancarrota”. 

¡Sorpresa! Los marxistas están de acuerdo con LK sobre el dinero

Ahora bien, LK no es la primera persona en plantear esta objeción, ni tampoco presenta un argumento particularmente único y condenatorio. Anitra Nelson llevó a cabo un examen de cada referencia hecha por Marx al dinero precisamente para encontrar cualquier evidencia posible de una excepción a la posición aparentemente absoluta de Marx sobre el dinero-mercancía. Además, ella no fue la primera en hacer este tipo de examen, ni probablemente sea la última, pero todos los que han examinado seriamente este aspecto de la teoría de Marx han llegado a la conclusión de que el propio Marx sostenía una teoría en la que el dinero es una mercancía. Anitra Nelson ha demostrado exhaustivamente que, en los escritos de Marx sobre el dinero, a lo largo de toda su carrera, una vez que llegó a la conclusión de que el dinero debe ser una mercancía, nunca se desvió de ella. Nelson no dice “quizás” o “tal vez”; es la conclusión definitiva a la que llega, aunque contradiga la suya propia.

Incluso los partidarios de la extraña teoría dineraria del “Equivalente monetario del tiempo de trabajo” (MELT), como Fred Moseley, nunca plantean dudas sobre los resultados de la investigación de Nelson ni intentan sugerir que Marx se estaba inclinando en otra dirección. A pesar de que la gente del MELT sostiene que la teoría de Marx contiene una manera en que el rol del dinero sea realizado por el fiat, admiten, tímidamente, que esa no era la opinión de Marx. Marx estaba equivocado, argumentan —aunque ninguno de ellos sería tan audaz como para argumentar esto directamente— porque “pasó por alto las implicaciones de su teoría” o porque “él fue un producto de su época” o alguna tontería de ese tipo. Lo que esencialmente significa que los economistas marxistas están de acuerdo con LK en que si la opinión de Marx sobre el dinero es que este tiene que ser una mercancía, y si su teoría funciona de la manera que él dijo que funciona solo si el dinero es una mercancía, Marx estaba equivocado.

Entonces, ¿por qué los partidarios del MELT seguirían insistiendo en la validez de la teoría laboral, cuando claramente no están de acuerdo con Marx en una parte de esa teoría que, de no ser cierta, la invalida?

Primero, para ser claros, una teoría no es inútil simplemente porque ha sido refutada. Incluso si Marx estuviera equivocado, su teoría sería un éxito si pudiéramos demostrar de manera concluyente que está equivocada. Incluso si supiéramos que Marx estaba equivocado, ahora sabríamos más que antes, lo cual es bueno. Antes de Darwin, estaba Lamarck; antes de Einstein estaba Newton. Lamarck y Newton estaban equivocados, pero la forma en que se equivocaron nos dice algo, e hicieron que Darwin y Einstein fueran posibles y necesarios. Casi nadie que conozco dice: “A la mierda Newton, estaba equivocado”. Incluso sus teorías todavía se enseñan, a pesar de estar equivocadas.

En segundo lugar, hay una razón importante por la que LK y los economistas marxistas, no Marx, están equivocados: el hecho de que el fiat no sea una mercancía no prueba, de ninguna manera, que el fiat sea realmente dinero. Toda esta controversia depende, críticamente, de la definición de dinero. Según la teoría de Marx,

“El papel moneda es un símbolo que representa oro o dinero. Su relación con los valores de las mercancías se reduce a que estos últimos se hallan idealmente expresados en las mismas cantidades de oro que están simbólicamente representadas por el papel. Sólo en la medida en que el papel moneda represente oro, que, como todas las demás mercancías tiene valor, es un símbolo de valor”.

Para Marx, el fiat no es ni nunca fue dinero. Es un símbolo de dinero. Esto es crítico, porque Marx nunca argumenta en El capital que la moneda fiat tuviera que ser una mercancía; dice que el dinero tiene que ser una mercancía. Mientras que LK y los marxistas del MELT insisten en que la moneda fiat es dinero; Marx insiste en que el fiat es solo un símbolo de dinero, un marcador (si se quiere) para el dinero mismo en circulación. Mientras un símbolo de dinero no es dinero, el dinero mercancía podría entrar en circulación y funcionar como un símbolo de sí mismo. El dinero podría cumplir directamente la función de la moneda en su propia forma corporal, pero una simple ficha de papel, como la moneda fiat, jamás podría ser dinero.

Este enfoque, en mi opinión, nos permite ampliar la discusión más allá de la simple pregunta: “¿El dinero tiene que ser una mercancía?” Habiendo establecido que una moneda simbólica no tiene que ser dinero, es decir, una mercancía, ahora podemos plantearnos una pregunta más importante: ¿Cómo es que un mero símbolo de dinero adquirió vida propia y comenzó a funcionar como si fuera dinero en lugar de una mercancía dineraria?

El dinero y su símbolo

Primero, por supuesto, tenemos que definir lo que queremos decir con “vida propia”. Bajo el patrón oro, el símbolo de dinero que funcionase en lugar del dinero tenía que estar vinculado a una determinada cantidad/peso de la cosa real. En el caso del dólar, se esperaba que el Estado mantuviera su moneda de modo tal que la  cantidad/peso de una onza troy pudiera canjearse por 22,67 dólares de su símbolo. O, para decirlo en términos más familiares, cualquiera con $ 22,67 podría ingresar a un banco y canjear sus dólares de papel sin valor por una onza de oro. Si el Estado emitía (falsificaba) su moneda en exceso, la paridad o estándar de precios reflejaría esto depreciándose. Si el Estado emitía muy pocos dólares, ocurriría lo contrario: se cambiarían menos dólares por una onza de oro.

En el período del patrón oro, todos sabían que los dólares de papel no tenían valor real y era solo la convertibilidad de dólares por oro lo que mantenía la confianza pública en el poder adquisitivo de la moneda. El Tesoro se veía obligado a regular su emisión de dólares para mantener una paridad estable con el oro. Siempre que el Estado se desviara de su adecuado rol como emisor de la moneda, esto se expresaría mediante una alteración de los precios. La emisión excesiva de la moneda pondría en movimiento fuerzas que conducirían a la divergencia de los precios en moneda y los precios denominados en oro. Esto, como todos saben, era particularmente evidente en tiempos de conflicto militar, cuando el Estado emite más para financiar sus operaciones militares. Después del conflicto, el Estado tiene que imponer medidas para sacar de circulación el exceso de moneda.

Que un símbolo de dinero cobre vida propia simplemente significa que el Estado ya no trata de mantener una relación fija y definida entre una cantidad determinada de dólares y una determinada cantidad/peso de un dinero mercancía. En el caso de Estados Unidos, esto significa que, en cierto punto, el gobierno federal ya no intenta mantener el precio estándar en 22,67 dólares por onza troy de oro. Antes de que Estados Unidos abandonara el patrón oro, se podía comprar o vender una mercancía con una onza troy de oro o con 22,67 dólares. Después, por ley, el oro ya no podía usarse en el comercio; solo se podían usar dólares. Este cambio, por importante que fuera, no convirtió (ni podía convertir) los dólares de papel en dinero; simplemente alivió al Estado de la carga de canjear sus símbolos sin valor por dinero-mercancía real.

Podemos ver que lo que LK llama libremente dinero, no es y nunca fue dinero como lo define la teoría laboral y no podría convertirse en dinero en ninguna definición razonable de dinero. Simplemente siempre ha sido un símbolo de dinero, un marcador de dinero, dentro de la circulación de mercancías. Para que su argumento en contra de la teoría laboral se sostenga, LK y los partidarios marxistas del MELT tienen que mostrar cómo y bajo qué circunstancias el abandono del patrón oro por el gobierno federal mágicamente transformó sus símbolos fiduciarios en dinero.

Yo diría que lo que realmente sucedió fue la degradación de la precisión del lenguaje con respecto al dinero, de modo que “moneda” pasa a ser “dinero”. Esto es comprensible para la persona promedio que ni siquiera sabe que existe una diferencia real entre dinero y moneda, pero luego arrojar esta confusión de sentido común a un debate científico sobre la validez de la teoría laboral es bastante extraño.

El misterio de la moneda fiat inconvertible

Así que ahora sabemos que el argumento de Marx no se invalida por el hecho de que los dólares de papel no sean una mercancía, porque, para empezar, Marx nunca sostuvo que la moneda tenía que ser una mercancía. Solo los marxistas zopencos, como Fred Moseley, alguna vez creyeron que la moneda tenía que ser una mercancía o incluso estar vinculada a una mercancía. De hecho, no hay lugar en la ley del valor propuesta por Marx donde alguna vez declare que la moneda tenga que estar vinculada a un dinero mercancía. Lo que en realidad afirma es esto: si la moneda no está vinculada a una cantidad definida de dinero mercancía, no habrá estándar de precios.

Y ese es el verdadero misterio del mundo posterior al patrón oro, aquel que LK está tratando de descubrir con su argumento. ¿Cómo puede operar la ley del valor si los precios no tienen ninguna relación con los valores o con el tiempo de trabajo socialmente necesario requerido para la producción de las mercancías? Hacer la pregunta casi la responde: se abolió el patrón oro precisamente para evitar que los precios de las mercancías reflejaran sus valores. Si no quieres que los valores de las mercancías en circulación se expresen en sus precios, la forma más fácil de hacerlo es simplemente poner fin al patrón oro. Evitar que las mercancías expresen sus valores en sus precios podría ser necesario una vez que los valores de las mercancías y sus precios de producción sean ahora irreconciliablemente discordantes en el modo de producción.

Como mucha gente sabe, en el “problema de la transformación” de Marx, los precios de producción no parecen ser consistentes con los precios de las mercancías mismas en función de sus valores-trabajo. El precio del valor-trabajo de cualquier mercancía es v; mientras que su precio de producción capitalista es v + s. Haz los cálculos: v = v + s , solo cuando s = 0 o v = 0 . Cuando s = 0 , v = v + 0 = v . Y, dado que la fuerza de trabajo es la única fuente de plusvalía, cuando v = 0 , s debe ser 0 por definición, porque si no se emplea trabajo humano vivo en el proceso de producción, no se puede producir plusvalía.

El llamado problema de la transformación establece que los precios en el modo de producción capitalista contienen una contradicción que no se puede resolver. Para superar esta contradicción, hay que suprimir los valores de las mercancías en circulación y esto es exactamente lo que hace el fiat envilecido.

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En una publicación posterior, mostraré por qué la teoría del valor-trabajo de Marx en realidad predice una moneda fiat inconvertible y la necesidad de que el Estado suprima la expresión de los valores de las mercancías en el intercambio.