Algunos relatos sobre la comunización

Jasper Bernes

Al castellano: Æderean

https://jasperbernes.substack.com/p/some-stories-about-communization


Parte uno

26 de noviembre de 2020

Quiero hacer una serie de publicaciones sobre la teoría de la “comunización” tal como se ha desarrollado desde 1968, porque me parece que hay mucho más interés en el término, y más deseo de lo que hay comprensión. Son muchas las razones para el abuso que ha sufrido esta palabra, pero la principal es que, en un principio, en Francia, de donde deriva, la “comunización” nunca se usó para nombrar a una tendencia o una teoría coherente. Era simplemente un término en uso que una red vagamente conectada de proyectos comunistas utilizaba para explicar su visión de la revolución comunista.

Incluso cuando el término courant communisateur  — tendencia comunizadora, o corriente comunizadora — comenzó a aplicarse a estos grupos de manera retrospectiva, muchos cuestionaron y se resistieron el término, en atención a la forma en que con éste se confundía a los defensores de la comunización, que podrían existir en el mundo aquí y ahora, con quienes practicaran la comunización, es decir, con personas que aún no existen.

Acreditar un concepto como este a un solo autor o texto es peligrosamente cosificante, pues la mayoría de estos textos fueron escritos, editados y discutidos  en forma colaborativa, y con frecuencia fueron distribuidos por primera vez sin firmar. No obstante, podemos decir que la contribución fundamental fue el ensayo que escribió Gilles Dauvé en 1969, Sobre la ideología de ultraizquierda [“Sur l’ideologie ultra-gauche”], redactado para la reunión nacional del grupo comunista-de-consejos Informations et Correspondances Ouvières, y que pretendía llamar a debate a Paul Mattick. Más tarde, la librería y lugar de encuentro de París La Vieille Taupe [El viejo topo] volvería a publicar el ensayo como “Contribución a la crítica de la ideología de ultra-izquierda”. Dauvé reelaboraría este artículo para publicarlo, a principios de los 70, en Le mouvement communiste, la primera publicación donde se elaboró ​​la teoría de la comunización. Fredy Perlman, entonces editor estadounidense de la Internacional Situacionista y, por extensión, de la ultraizquierda, reunió estos artículos bajo el título Eclipse and Reemergence of the Communist Movement [“Declive y resurgimiento de la perspectiva comunista”] que sigue siendo el texto en francés más conocido sobre la comunización y sin duda el punto cero para la discusión en inglés del término. Este es el primer punto: la comunización surge como una crítica, y en realidad no puede entenderse sin comprender el objeto de la crítica, razón por la cual la mayoría de los documentos de la comunización involucran un recuento de la historia de todo el movimiento obrero desde el siglo XIX en adelante.

Aún no les he dicho en realidad qué es la comunización porque creo que la mejor manera de entenderla, en un comienzo, es como el producto de un problema, un ambiente y una coyuntura, y que eventualmente se volverá lo suficientemente abstracta como para sostenerse por sí sola como teoría. Pero la teoría es imposible de entender sin esta historia, una historia que nos permitirá aproximarnos a la comunización en al menos una docena de formas diferentes.

  1. Síntesis

La comunización no es ante todo una crítica simplemente, sino una síntesis crítica, una especie de química irreversible de ideas, en la que la teoría de la revolución que se encuentra en el comunismo de consejos, es decir, en la ultraizquierda alemano-holandesa, se unió a las ideas de Amadeo Bordiga y el comunismo de izquierda italiano — del que hasta entonces había estado en gran parte separado — para producir una nueva construcción teórica, opuesta tanto al consejismo como al bordiguismo. El primer momento de esta síntesis es el texto que acabamos de nombrar, publicado en el principal órgano francés del consejismo y dirigido al comunista consejista vivo más significativo. Mientras que la ultraizquierda alemano-holandesa concebía  la revolución comunista formalmente, como la extensión de la autogestión obrera al control de la totalidad de la economía, Bordiga y sus asociados llevan la atención al contenido del comunismo, su definición lógica y axiomática:

Rechazando la teoría de la autogestión obrera [de los comunistas de consejos], el bordiguismo realiza una de las críticas más mordaces de la economía rusa [URSS], poniendo al frente no a la burocracia, como hacen los trotskistas y Socialisme ou Barbarie, sino a las relaciones de producción. La revolución, sugiere la prensa bordiguista, debe consistir en la destrucción de la ley del valor y el intercambio. [Recopilado en Rupture dans la theorie de la révolution: Textes 1965-75 ]

El término comunización no se utiliza en este ensayo pero está implícito en la síntesis, y todo lo que sigue bajo el nombre de comunización puede considerarse una extensión de esta síntesis.

¿Qué se está sintetizando? Bueno, el bordiguismo y el consejismo, pero eso es impreciso. Del consejismo Dauvé retiene la insistencia en la autoorganización proletaria, el compromiso radical con la lucha de clases proletaria como teoría. Pero esto no es suficiente, dice la crítica. No es suficiente simplemente tomar el poder, no es solo una cuestión de forma, sino de contenido. No basta con formar consejos y apoderarse de las fábricas, como hicieron parcialmente los trabajadores en el 68. También hay que hacer algo con ese poder tomado, y esto es lo que no sucedió en 1968 y lo que no pudieron explicar los grupos ultraizquierdistas con los que se le asocia: Socialisme ou Barbarie, la Internacional Situacionista, ICO y otras estrellas del más amplio renacimiento ultraizquierdista.

¿Qué es este contenido? Bueno, es la destrucción del valor y el intercambio, que para Dauvé es idéntico al comunismo. Espero mostrar en algún momento cómo es que esta definición se queda corta e introduce problemas para la teoría de la comunización, pero debe notarse primero que para los lectores familiarizados con la literatura bordiguista la frase es una abreviación y se refiere a algo bastante concreto: la distribución directa de los bienes sin el uso del dinero, los salarios u otros mecanismos. De lo contrario, la frase que describe el contenido del comunismo es simplemente otro formalismo: ¿cómo puede la destrucción de una forma ser el contenido del comunismo?

Estaban en juego las cuestiones prácticas de la organización revolucionaria. Bordiga había escrito extensamente sobre la importancia de tales medidas para la revolución comunista, y a manera de crítica de lo que él pensaba que era un capitalismo de estado operativo en Rusia. Esto nos lleva al punto final para estos autores: el vocabulario marxista crítico, en la teoría de la comunización, es a la vez una descripción del comunismo. En la categoría valor, heredada de Marx, encontramos la descripción (invertida) del núcleo del comunismo. En la crítica de Bordiga a la URSS, encontramos una teoría de la revolución como comunismo. La síntesis vincula al comunismo directamente con las categorías de la crítica de la economía política de Marx de una manera única y sin precedentes.

[Continúa a la parte 2]