Sobre el concepto de Postone del vaciamiento de la sociedad trabajadora
XVII

por Jehu

Al castellano: Non Lavoro

https://therealmovement.wordpress.com/2020/09/11/on-postones-concept-of-the-hollowing-out-of-working-society-xvii/


Como escribí en la publicación anterior, en el volumen 3, Marx parece sugerir que, al combinar la masa creciente de exceso de capital con la creciente población excedente de trabajadores, después que la producción basada en el valor de cambio finalmente colapsara, los programas keynesianos como el New Deal de Roosevelt y la Guerra de agresión de Johnson podrían, al menos en teoría, aumentar la masa de plusvalía producida por el capital nacional total de un país.

Pero Marx advirtió también que este esfuerzo por extender la vida útil del capital solo tendría éxito a costa de intensificar aún más la contradicción entre las condiciones bajo las cuales se produjo la plusvalía adicional y las condiciones bajo las cuales se realizó. El resultado de dicha estrategia, que necesariamente implica una intervención extraeconómica por parte del Estado, sería aumentar el poder productivo real del trabajo social, aun cuando el poder de consumo real de la sociedad se redujera todavía más.

La acumulación se aceleraría, al igual que la expansión del capital nacional, para producir plusvalía adicional en una escala extendida. Las políticas a las que ahora nos referimos como estímulo keynesiano del gasto deficitario no resolverían el problema de la sobreacumulación absoluta de capital, sino que lo exacerbarían. Probablemente no sea una hipérbole afirmar que la crisis se convertiría en una característica permanente del modo de producción.

Pero, y esto es lo que parece perderse en gran parte del análisis después de 1971, se trata de una crisis de un tipo peculiar: es una crisis en la que, paradójicamente, la llamada economía está estancada en un estado frenético permanente, o en una hiper-acumulación de exceso de capital.

Para ilustrar lo que quiero decir, comencemos con el gráfico que usamos en la publicación anterior:

Lo que sigue aquí no va a ser bonito; de hecho, puede resultarte difícil de aceptar.

No te preocupes, muchos estadounidenses no aceptan la idea de la evolución, pero comen plátanos y trepan a los árboles como sus antepasados evolutivos.

*

Ahora, eliminemos la capa de tiempo de trabajo superfluo, para dejar solo el tiempo de trabajo socialmente necesario subyacente:

Esto nos da una idea de la trayectoria del capital durante lo que se recuerda con cariño como la edad de oro del estado de bienestar social — el período que va desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta aproximadamente 1971.

¿Es esta una imagen creíble de lo que está sucediendo en la llamada economía en ese momento?

Bueno, veamos.

Una forma de verificar que estamos viendo información realmente útil y no solo ruido inútil, podría ser si es que podemos detectar eventos que antes no fueran evidentes para nosotros al usar conjuntos de datos empíricos históricos tradicionales. Por esta razón, quiero llevar tu atención a las dos muescas extrañas en el cuadro anterior, que he resaltado a continuación:

Curiosamente, esas muescas coinciden con las fechas que los investigadores de NBER han identificado como el comienzo y el final efectivos de la convertibilidad total de las monedas bajo el sistema de cambio fijo de Bretton Woods que se estableció inicialmente en 1944. La mayoría de los escritos sobre el sistema de Bretton Woods apuntan a la fecha de 1944, pero los investigadores del NBER se centran en 1959-1968 porque este fue el período de plena convertibilidad. El conjunto de datos que estoy usando, basados en dinero-mercancía, indica que una perturbación monetaria, de algún tipo, tuvo de hecho lugar durante esos períodos de tiempo. Después de 1968, según los investigadores de NBER, el sistema de Bretton Woods se derrumbó efectivamente en una crisis monetaria crónica del dólar, y Estados Unidos dejó de intentar gestionar la crisis por completo en 1971. En este gráfico, esas fechas se destacan como faros gemelos, como así también la fecha en que Nixon terminó efectivamente la participación de Estados Unidos.

Capturamos las tres fechas en este gráfico:

Una vez que Nixon pone fin a la participación efectiva de Estados Unidos en Bretton Woods, el valor del producto interno bruto de Estados Unidos, medido en oro, cae por el precipicio, produciendo la crisis de la década de 1970 que la mayoría de izquierdistas y marxistas radicales están de acuerdo en que sucedió, pero cuya causa nunca han podido explicar.

Los economistas radicales y marxistas son incapaces de explicar esa crisis porque, según los datos oficiales, nunca sucedió. Sí, hubo algunas recesiones bastante malas. Y una o dos crisis del petróleo. Y mucha inflación. Pero estos tipos se refieren a algo más que solo eso.

Se refieren a que hubo una crisis, así como la Gran Depresión fue una crisis. Lo que ocurre es que, entre 1971 y 1980, con el fin de la vinculación del dólar al oro, con la caída de la llamada economía estadounidense en una profunda depresión, no hubo una repetición de la Gran Depresión en términos del desempleo masivo de la clase trabajadora. Paradójicamente, el tiempo de trabajo superfluo, en lugar de ser eliminado y convertido en un desempleo masivo del tipo de la Gran Depresión, simplemente se expandió a proporciones monstruosas.

Otra forma de decir esto es que el capital nacional estadounidense existente se devaluó temporalmente a una fracción del valor que tenía antes de la crisis — aproximadamente el 17,4% de su valor anterior, o aproximadamente el 3,4% de la jornada laboral total. Al mismo tiempo, la parte de la jornada laboral que era superflua para la producción de valor se expandió al 96,6% de la jornada laboral en 1980.

Y nadie puede explicar cómo o por qué sucedió esto; y ni siquiera podían explicar lo que había sucedido, porque, en términos monetarios, ¡nada de lo que estaba sucediendo apareció en los datos oficiales del gobierno!

*

El colapso de Bretton Woods es un momento decisivo porque, a diferencia de la devaluación de Roosevelt en 1933, una vez que se cae, no hay límite práctico en la parte de la jornada laboral total que pueda ser superflua para la producción de valor de cambio. En 1980, la jornada laboral en los Estados Unidos se había vaciado casi por completo, vaciado de trabajo que producía valor de cambio.