Sobre el concepto de Postone del vaciamiento de la sociedad trabajadora
IV
por Jehu
Al castellano: Non Lavoro
Ahora bien, tomémonos libertades con el ejemplo de Marx en el primer capítulo de El Capital.
Para el recuerdo del lector, Marx declara, en su totalidad, lo siguiente:
Podría parecer que si el valor de una mercancía está determinado por la cantidad de trabajo que se gasta en su producción, cuanto más perezoso o torpe fuera el trabajador, tanto más valiosa sería su mercancía, porque necesitaría más tiempo en su producción. Sin embargo, el trabajo que genera la sustancia del valor es trabajo humano homogéneo, gasto de una fuerza de trabajo uniforme. La fuerza de trabajo total de la sociedad, que se plasma en la suma total de los valores de todas las mercancías producidas por esa sociedad, cuenta aquí como una sola masa homogénea de fuerza de trabajo humana, aunque se componga de innumerables unidades individuales. Cada una de estas unidades indivduales es igual a cualquier otra, en cuanto posee el carácter de fuerza de trabajo social promedio, y a que opera como tal; es decir, en cuanto a que se requiere, para producir una mercancía, no más tiempo del necesario en promedio, no más de lo que es socialmente necesario. El tiempo de trabajo socialmente necesario es el requerido para producir un artículo bajo las condiciones normales de producción, y con el grado social promedio de destreza e intensidad prevaleciente en ese momento. La introducción de telares mecánicos en Inglaterra redujo probablemente a la mitad el trabajo requerido para convertir una cantidad dada de hilo en tela. Los tejedores de telares manuales, de hecho, siguieron requiriendo el mismo tiempo que antes; pero, a pesar de todo, el producto de una hora de su trabajo representaba, después de este cambio, solo media hora de trabajo social, y, en consecuencia, cayó a la mitad de su valor anterior.
Resumiendo la afirmación completa de Marx, entonces, el valor de una mercancía no está determinado por la cantidad de trabajo realmente gastada en su producción, sino solo por aquella parte de la fuerza de trabajo total de la sociedad requerida para producirla en las condiciones normales de producción, y con el grado promedio de destreza e intensidad de trabajo prevalente en el momento.
Tenemos que hacer una distinción, como lo hicimos en el caso de nuestros tejedores de telares manuales en la publicación anterior, entre el tiempo real dedicado a producir su mercancía, y el tiempo dedicado a producirla que cuenta como tiempo de trabajo socialmente necesario, es decir, como valor.
¿Cómo hacer esta distinción cuando, según Marx, nadie puede ver el valor? Tú ya lo sabes, por supuesto. El valor de una mercancía solo puede expresarse en un intercambio con otra mercancía. Es por eso que el sistema se llama producción e intercambio de mercancías.
Parafraseando a un famoso físico: “Son mercancías hasta llegar abajo”. [N. del T.: Hawking: “It’s turtles all the way down”]
Al aplicar el argumento de Marx a la mercancía de nuestro tejedor de telar manual, produjimos este gráfico en la publicación anterior:
El cuadro hace una distinción entre el tiempo de trabajo real en que los tejedores de telares manuales producían sus mercancías, y la parte de ese tiempo de trabajo que era socialmente necesario, es decir, el tiempo de trabajo que creaba valor, según Marx.
Ahora, tomémonos una libertad con el ejemplo de Marx en el capítulo 1 de El Capital, y supongamos varios ciclos, durante los cuales se introducen máquinas mejoradas en Inglaterra, de modo que cada uno de éstos reduzca sucesivamente el tiempo de trabajo socialmente necesario nuevamente a la mitad para producir el producto de los tejedores manuales.
La tabla podría verse así:
Nuevamente, las barras rojas (en la parte posterior) muestran el tiempo de trabajo real gastado por los tejedores de telares manuales, mientras que las barras azules (en la parte delantera) muestran el valor del producto producido por ellos. El valor del producto se expresa en los precios pagados a los tejedores en el mercado cuando van a vender su producto.
El gráfico nos narra la fea historia: los tejedores de telares manuales se ven forzados a trabajar largas horas para exprimir una cantidad cada vez menor de valor de su tiempo de trabajo. Su jornada de trabajo se va vaciando progresivamente debido al simple progreso de la aplicación de mejores máquinas.
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Hemos echado un vistazo aquí al otro lado del proceso que Postone describe en su artículo: La crisis actual y el anacronismo del valor: Una lectura marxista. Y es un lado del proceso que normalmente se nos halla oculto.
Ten en cuenta este lado, porque lo necesitaremos para entender lo que Postone quiere decir cuando habla sobre el vaciamiento de la sociedad trabajadora.