El colapso fue más que un experimento mental

por Jehu

Al castellano: Non Lavoro

https://therealmovement.wordpress.com/2019/04/06/breakdown-was-more-than-a-thought-experiment/


Recibí esta respuesta de Adam Buick a mi publicación, “El colapso ya sucedió, Adam” :

 Francamente, no veo cómo alguien que lea el Fragmento sobre las máquinas pueda llegar a otra conclusión que la de que Marx estaba escribiendo sobre una situación teórica en la que la productividad se había vuelto tan alta que el contenido de tiempo de trabajo de las mercancías individuales sería tan bajo como para significar que su valor de cambio sería virtualmente cero. No se trata del dinero o de la tasa de ganancia (aunque, por supuesto, en este punto teórico la tasa de ganancia también sería cero). Y no fue una “predicción” (es decir, algo que él esperaba que realmente sucediera) sino más bien un “experimento mental” basado en asumir lo que sucedería si las tendencias actuales continuaran hasta su final matemático.

 No creo que Marx pensara que el abandono de una moneda directamente ligada al oro significaría el fin de la producción basada en el valor de cambio. El dinero fiduciario (“papel moneda inconvertible emitido por el estado y hecho moneda forzada”) incluso se discute ya en el capítulo 3 (sección c) de El Capital, donde no hay ninguna sugerencia de que la producción capitalista no podría continuar si ese dinero se convirtiera en la única moneda. También hay una buena discusión sobre el dinero fiduciario y su relación con el dinero-mercancía (la plata en lugar del oro) en el capítulo 2 de El capital financiero de Hilferding.

 En cuanto a la tasa de ganancia, debemos distinguir entre las fluctuaciones a corto plazo que gobiernan el curso del ciclo económico y una tendencia teórica a largo plazo a la caída. Esta última es, nuevamente, un experimento mental, no una predicción, ya que Marx era muy consciente de que en la práctica existían tendencias contrarias. En cualquier caso, la tasa de ganancia a largo plazo no ha bajado a cero.

Primero, déjame decirte que estoy decepcionado por esta respuesta, Adam. No movió el balón ni siquiera un metro en ninguna dirección. Tú dices que la “declaración del colapso” de Marx fue un experimento mental. Yo digo que la “declaración de colapso” de Marx fue una predicción. Luego repites que la “declaración del colapso” de Marx fue un experimento mental. Con esto no se logra nada.

Habiendo expuesto nuestro desacuerdo inicial, lo que ahora tenemos que hacer es aceptar el desacuerdo, conceder una u otra de nuestras respectivas posiciones o reforzar nuestras respectivas posiciones con pruebas.

Ya que no quiero perder el tiempo participando en un estéril debate “Sí, lo hizo. No, no lo hizo” contigo, déjame intentar mover la pelota un poco por el campo de juego.

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En tu afirmación de que la nota de Marx en los Grundrisse “no era una “predicción” (es decir, algo que él esperaba que realmente sucediera) sino más bien un ‘experimento mental'”, no tienes en cuenta una importante evidencia en apoyo a mi posición opuesta:

Marx dedica toda una sección en el volumen tres de El capital a la ley de la tendencia a la caída de la tasa de ganancia, en la que afirma exactamente el mismo punto que señaló en los Grundrissse, solo que esta vez en relación con la tasa de ganancia, en lugar de la producción basada en el valor de cambio:

“La tasa de ganancia no desciende porque el trabajador sea explotado menos, sino porque en general se emplea menos mano de obra en proporción al capital empleado”.

¿Crees que la ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia fue también un experimento mental? Piensa detenidamente antes de responder a esta pregunta, porque si dices que “Sí”, toda la explicación de Marx para las crisis capitalistas periódicas se tira por la ventana.

Según Marx:

“El desarrollo de la productividad del trabajo crea a partir de la caída de la tasa de ganancia una ley que en cierto punto entra en conflicto antagónico con este desarrollo y debe ser superada constantemente a través de las crisis”.

Hice esa pregunta porque una lectura cuidadosa y atenta del pasaje completo que citaste en los Grundrisse mostrará que Marx creía que, en cierto punto, a medida que el capital reducía el empleo de trabajo directo en la producción, tanto la tasa de ganancia cae a cero como la producción basada en el valor de cambio colapsa.

Como dijo Marx, en una presentación más completa de ese pasaje que citaste:

“Tan pronto como el trabajo en su forma directa deja de ser el gran manantial de la riqueza, el tiempo de trabajo cesa y debe dejar de ser su medida, y por tanto el valor de cambio [debe dejar de ser la medida] del valor de uso. El trabajo excedente de la masa ha dejado de ser la condición para el desarrollo de la riqueza general, al igual que el no trabajo de unos pocos, para el desarrollo de los poderes generales de la cabeza humana. Con eso, la producción basada en el valor de cambio colapsa…”

 Nótese la afirmación de que el trabajo excedente de la masa deja de ser la condición para el desarrollo de la riqueza general. Esta es una referencia obvia a la producción de plusvalía. El capítulo quince del volumen tres arroja luz sobre el significado de la declaración completa de Marx en los Grundrisse.

La predicción de Marx de un colapso de la producción basada en el valor de cambio no podría haber sido un experimento mental más de lo que la ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia es un experimento mental, ya que ambos son producidos por el mismo proceso: la reducción del trabajo directo en la producción.

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Aún más deprimente fue tu afirmación de que no hay nada en El Capital que sugiera que la producción capitalista podría continuar en ausencia del dinero-mercancía. ¿Quién hizo esa sugerencia, Adam?

Oh sí, es verdad. Esa sugerencia no la hice yo, sino quizás personas como George Caffentzis, que confunden falsamente dinero con capital:

“Recuerdo claramente haber visto con camaradas en un grupo de estudio de El Capital el domingo 15 de agosto de 1971 la transmisión del anuncio de Nixon de que había ordenado el“ cierre de la ventana de oro”. Dado que durante los meses anteriores estuvimos leyendo pasajes como el siguiente de El Capital : “el dinero, en la forma de metal precioso, sigue siendo la base de la cual el sistema crediticio, por su propia naturaleza, nunca puede separarse” (Marx 1994: 606), ¡nos dejamos esa noche con el pensamiento de que o bien el capitalismo o el marxismo estaban llegando a su fin ante nuestros ojos!

Cualquiera que siga mi blog con regularidad sabe que nunca he suscrito a esta tontería — aunque sea por el solo hecho de que el dinero no es capital.

El punto de mi publicación no era solo que el capitalismo podría continuar después de 1929 incluso si el dinero hubiera sido reemplazado por moneda fiduciaria envilecida emitida por el estado, sino que el capitalismo podría continuar después de 1929 solo porque el dinero fue reemplazado por una moneda fiduciaria envilecida emitida por el estado. Si el dinero no hubiera sido reemplazado por esta moneda fiduciaria emitida por el estado, el capitalismo se habría derrumbado junto con la producción basada en el valor de cambio.

Como he demostrado en varios artículos, con base en el registro histórico real, después de 1929, el dinero-mercancía no circularía ya en el mercado mundial. Sus propietarios habían comenzado a retirarlo de la circulación y a acumularlo.

Un ejemplo de este tipo de comportamiento acumulativo tomado de otra de mis publicaciones debería ser suficiente aquí:

 En octubre de 1930, la Reserva Federal advirtió que masivas cantidades de oro se estaban fugando de la economía, informando una pérdida de más de U$ 700,000,000 de oro.

 “La cuestión más importante que enfrenta el Sistema en la actualidad es el problema de las quiebras bancarias y el acaparamiento de divisas. Las quiebras habían estado aumentado a un ritmo acelerado y están ejerciendo una presión tremenda sobre la situación crediticia. Toda acción del Sistema debe considerarse a la luz de su posible efecto sobre estas quiebras y sobre la disposición de los bancos a ayudar a sus corresponsales en tiempos de dificultad. Una disminución en las tenencias de valores gubernamentales del Sistema podría afectar a la situación de manera adversa, primero, por su influencia psicológica como indicador de una política de presión, y segundo, como tendencia al aumento en la cantidad de descuentos bancarios a sus miembros, volviéndoles algo menos dispuestos a prestar libremente para asistir a los bancos realmente necesitados”.

 A su vez, según el libro de Eichengreen, Grilletes de oro, en Argentina, ya no se podía obtener oro a cambio de la moneda nacional. En Brasil, era imposible para los inversores convertir la moneda en oro. Mientras que Canadá perdió una cuarta parte de sus reservas de oro en 1928.

 Existe un gran problema con el tipo de acaparamiento de oro que tuvo lugar en 1929: la producción capitalista requiere la venta de fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo no se puede vender si los propietarios del oro no se separan de su oro porque piensan que no pueden obtener ganancias comprando fuerza de trabajo, como fue precisamente el caso en 1929.

Los estudios históricos han llegado a la conclusión de que solo después de que los países abandonaron el dinero-mercancía comenzó a recuperarse la tasa de ganancia y las economías capitalistas comenzaron a crecer nuevamente.

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Tenía más, pero este tema es muy complicado y está cargado de una larga historia de interpretaciones muy subjetivas. Probablemente ayude abordarlo en pequeños trozos, así que me detendré aquí.

Me gustaría escuchar tu opinión sobre esto.