EL MARX ANTI-IZQUIERDISTA
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La izquierda no es un concepto

Una respuesta a la Platypus Affiliated Society

Benedict Cryptofash

Al castellano: @aederean

https://antileftistmarx.substack.com/p/the-left-is-not-a-concept


Desde hace algún tiempo, The Platypus Affiliated Society ha estado en mi radar por sus críticas al “antimarxismo pseudo-radical” de la izquierda contemporánea. Platypus se acerca lo más posible al “anti-izquierdismo” sin dejar de aferrarse a un ideal de izquierda, pero es aquí donde no concordamos. Por lo tanto, me intrigó su invitación a explorar nuestras diferencias en un próximo número de Platypus Review. El ensayo resultante logra este contraste a través de un análisis crítico de “El concepto de izquierda” de Leszek Kolakowski, una influencia teórica fundamental para Platypus.

Después de este “intermedio”, lanzaré las últimas tres entregas de mi serie inicial de seis partes sobre Marx, donde se leerá los escritos de Marx y Engels como anti-izquierdismo. 


La izquierda no es un concepto

Platypus Review 142 | Diciembre de 2021 / Enero de 2022

https://platypus1917.org/2021/12/01/the-left-is-not-a-concept/

 

DURANTE EL ÚLTIMO AÑO Y MEDIO, he estado desarrollando una teoría aparentemente paradójica del marxismo antiizquierdista, en un esfuerzo por explicar cómo es que la izquierda refuerza la dominación de clase burguesa. Refinado por el  diálogo con un puñado de compañeros de viaje en las redes sociales y ahora por una serie de artículos en curso, el marxismo antiizquierdista rechaza la asociación convencional entre Marx y la izquierda, argumentando, en cambio, que éste proporciona los recursos críticos para revelar el papel de ésta como la principal fuerza ideológica de la sociedad capitalista actual. Incluso, para muchos de los comprometidos con lo que creían que eran principios de izquierda, esta situación se ha vuelto cada vez más difícil de negar, pues han visto a la izquierda encabezar todas las campañas ideológicas burguesas en la memoria reciente.

Mi crítica de la izquierda por ser nada más que el ala izquierda de la democracia burguesa me ha puesto en contacto con la Platypus Affiliated Society, que es igualmente crítica con la izquierda contemporánea pseudo-radical. Pero mientras que Platypus se concibe a sí misma como un proyecto para “la reconstitución práctica de una izquierda marxista”, yo sostengo que, como mera cara de la política burguesa, la izquierda es, para empezar, antimarxista, y que el camino hacia un marxismo revitalizado radica en la demolición crítica de la izquierda, no en su reforma. [1] Para apoyar mi afirmación de que el izquierdismo es la antítesis del marxismo, me baso en algunos hechos históricos clave.

En primer lugar, el lenguaje de la izquierda y la derecha es ajeno al marxismo clásico, que interpretó las contradicciones sociales en términos de antagonismos de clase objetivos, no con respecto a las diferencias subjetivas de la brújula política. En segundo lugar, la izquierda y la derecha surgieron históricamente como polos relativos de la democracia burguesa, cuyos términos parlamentarios solo surgieron y se extendieron por el mundo capitalista naturalizando el sistema burgués de gobierno. Por último, subrayo cómo la originalidad teórica de Marx se manifestó a través de una crítica despiadada de la política de izquierda de su tiempo, a saber, las diversas escuelas burguesas y utópicas del socialismo y el anarquismo contra las cuales afinó su análisis histórico de la sociedad de clases. El marxismo, en mi interpretación, gana su fuerza crítica al desmitificar el idealismo habitual de la izquierda, el moralismo, y el utopismo, las tendencias ahistóricas que marcan a la izquierda del tiempo de Marx y del nuestro.

La crítica de Platypus al “antimarxismo pseudo-radical” de la izquierda nueva y contemporánea lo acerca tanto al antiizquierdismo como es posible para un proyecto que se aferra a un ideal de izquierda. [2] Por eso, acogí con agrado su invitación a contrastar mi enfoque con el de “The concept of the Left” de Leszek Kołakowski, una influencia fundamental para Platypus. A pesar de nuestras objeciones compartidas a la izquierda contemporánea, un análisis del texto de Kołakowski iluminará algunas de las diferencias teóricas clave entre mi marxismo antiizquierdista y los esfuerzos de Platypus por “reconstituir una izquierda marxista”. La concepción de Kołakowski de la izquierda como una abstracción filosófica con una esencia moral e ideológica es la premisa común de muchos devotos creyentes de izquierda que contraponen su ideal a las contaminaciones de la izquierda actual, convencidos de que esta última sólo necesita de purificación para entrar en la luz verdadera del primero. De hecho, una excusa central, que mantiene a muchos críticos de la sociedad de clases atados a la izquierda a pesar de su sumisión recurrente a los imperativos burgueses, es la creencia kolakowskiana en una concepción ideal de la izquierda que vale la pena salvar, el sueño de una izquierda “real” que trascienda la existente.

El marxismo antiizquierdista anula esta conciencia mística del izquierdismo puro al interpretar a la izquierda no como un ideal romántico sino en términos de su existencia histórica real, como un lado de la organización política izquierda/derecha de la sociedad capitalista, la división artificial de la democracia burguesa de la que la izquierda es históricamente responsable de promover a expensas de la centralidad marxista de la lucha de clases. En otras palabras, la izquierda no es un caparazón de su antiguo yo proletario, ni sus corrupciones la han alejado de la gracia del izquierdismo puro. En cambio, la izquierda siempre ha encarnado la lógica parlamentaria del estado capitalista que existe para naturalizar. La izquierda nació como el ala izquierda de la democracia burguesa y como revela su larga historia, como lo revela la vanguardia del capitalismo liberal, sus intereses no son idénticos a los del proletariado, algo que Kołakowski se enorgullece de subrayar. En resumen, la izquierda no es un concepto. Es el movimiento histórico de la burguesía progresista. En los Estados Unidos contemporáneos, es el Partido Demócrata.

En un panel de Platypus de 2014 dedicado a “El concepto de izquierda” de Kołakowski, Chris Cutrone observa que el autor “se convirtió en un antimarxista muy virulento” solo mucho más tarde, después de la composición de este ensayo a finales de los años cincuenta cuando “todavía escribía dentro de la tradición del marxismo”. [3] Sin embargo, sostengo que, a su manera, el ensayo de Kołakowski es en sí mismo una perniciosa obra de utopismo antimarxista que encarna aquel tipo de metafísica de izquierda que mantiene atados a los quijotescos reformadores izquierdistas de hoy al concepto de izquierda a pesar de su existencia práctica. Sostengo que la concepción errónea de Kołakowski sobre la izquierda se deriva de su deseo de imbuirla de una esencia, de romantizarla como un “ideal utópico nacido en el reino del espíritu puro y no en la experiencia histórica actual”. [4] En sus intentos de definir a la izquierda como una abstracción filosófica “en el nivel de las ideas”, en “términos intelectuales, y no de clase”, sólo envuelve su función social real en las mismas abstracciones que el materialismo histórico pretende desmitificar. [5]

Aunque en un momento Kołakowski concede que “el concepto de izquierda es relativo”, que “uno es izquierdista sólo en comparación con algo, y no en términos absolutos”, pasa, sin embargo, la mayor parte de su ensayo contrastando la esencia de la izquierda con la esencia del Derecho, una relación que, para él, forma una dinámica transhistórica. [6] De hecho, a menudo Kołakowski parece eternizar a la izquierda, afirmando que “su cualidad inmutable e indispensable […] es un movimiento de negación del mundo existente”. [7] En el drama moral de Kołakowski, la izquierda es la “búsqueda del cambio” que lucha por imposibilidades utópicas que “se encuentran más allá del futuro previsible y desafían la planificación”. [8] Y por el contrario, Kołakowski ve a la derecha “como una fuerza conservadora”, cuya “esencia es la afirmación de las condiciones existentes”. [9] Mientras que la izquierda de Kołakowski representa la transformación de la realidad, la derecha “se esfuerza por idealizar las condiciones reales, no por cambiarlas”. [10] Por tanto, a diferencia de la izquierda, “lo que necesita es el fraude, no la utopía”, siendo esta última lo que la izquierda ofrece “así como el páncreas descarga insulina, en virtud de una ley innata”. [11]

Este izquierdismo romántico pinta un dualismo moral simplista en el que la izquierda es la “dinamita de la esperanza que destruye la carga muerta de los sistemas, instituciones, costumbres, hábitos intelectuales y doctrinas cerradas” que representa la inercia histórica de la derecha. [12] Como observa el panelista de Platypus, Nikos Malliaris, “Kołakowski tiene una tendencia a reducir la izquierda y la derecha a conceptos filosóficos abstractos, y luego a identificar a la izquierda como ‘Buena’ en comparación con la ‘Malvada’ derecha”. [13] Tal santidad puede complacer a los izquierdistas moralistas del Partido Demócrata, cuyos partidarios nunca se cansan de demonizar a la derecha como la fuente de todo mal. Pero la metafísica izquierda / derecha de Kołakowski no tiene nada que ver con Marx, quien nunca orientó su pensamiento de acuerdo con este binario moral y no hizo más que oponerse a tales marcos idealistas. Además, está en desacuerdo con la historia misma, en la que la izquierda ha funcionado más a menudo “por idealizar las condiciones actuales, no para cambiarlas”, que es la misma tendencia que Kołakowski considera la esencia de la derecha. Considérese, por ejemplo, que Marx insiste en que el proletariado debe dejarle el socialismo utópico a la pequeña burguesía, puesto que con una “gran retórica sentimental” sólo “idealiza la sociedad actual, hace una imagen sin sombras de ella y busca oponer su ideal a su realidad”. [14] La izquierda utópica que Marx criticó en su tiempo no es, después de todo, muy diferente de los socialistas burgueses de hoy, que como tropas de choque ideológicas del Partido Demócrata, funcionan “para perpetuar las cosas como están” tanto como cualquier otro de la derecha. [15]

Los izquierdistas originales de la burguesía revolucionaria pueden haber negado la sociedad feudal, de acuerdo con la esencia negativa de la izquierda de Kołakowski, pero como un lado de la democracia burguesa emergente, la polarización izquierda / derecha que crearon afirma fundamentalmente la lógica parlamentaria del orden capitalista existente. Aunque Kołakowski presenta a la izquierda y la derecha como opuestos morales eternos, “ambos términos se originan en los debates que sacudieron a la Francia revolucionaria en la década de 1790″. Como detalla Malliaris, “Expresan la creciente corriente del republicanismo político y constituyen sus dos formas principales: la izquierda radical y la derecha su contraparte más moderada”, siendo esta última “una forma moderada de apoyo al orden posrevolucionario.” [16] Por tanto, desde una perspectiva marxista, la izquierda y la derecha no son opuestos; son tendencias relativas dentro de la clase dominante, el avance y la retaguardia del capitalismo liberal.

Kołakowski contrasta a la izquierda como negación revolucionaria y a la derecha como afirmación reaccionaria al señalar: “Lo contrario de volar una casa no es construir una nueva, sino conservar la existente”, pero desde que la revolución burguesa hizo estallar el antiguo régimen, tanto la derecha como la izquierda se han combinado para preservar la casa existente de la sociedad capitalista. [17] En resumen, es una mistificación de la historia afirmar que el capitalismo es intrínsecamente de derecha, porque la izquierda es la fuerza política que introdujo el capitalismo en el mundo y es la izquierda la que sigue atribuyéndose el mérito de los efectos “liberadores” de la época burguesa que avanza.

El marxismo proletario rechaza la división intraburguesa de izquierda / derecha porque solo oculta la naturaleza de clase de los antagonismos sociales con su marco idealista de valores y “actitudes morales” en competencia. Quizás el aspecto más antimarxista del ensayo de Kołakowski sea, de hecho, la forma en que sumerge la contradicción social real entre clases en una oposición moral y metafísica entre las abstracciones de derecha e izquierda. En desacuerdo con el método del materialismo histórico de Marx, Kołakowski insiste en que “la izquierda debe definirse en términos intelectuales y no de clase”, y acepta la discrepancia entre el proletariado como clase social y la izquierda “como una cierta actitud ideológica y moral” que trasciende los intereses de clase. [18] Mientras que muchos izquierdistas buscan mantener una ilusión de política proletaria equiparando a la clase dominante con la derecha y la clase trabajadora con la izquierda, Kołakowski es más transparente al explicar “por qué la afirmación de que debe ser de interés para la clase trabajadora pertenecer a la izquierda no siempre es cierto”. [19] Se debe a que “la izquierda debe definirse a sí misma en el nivel de las ideas”, que para Kołakowski incluyen el “cambio”, la “esperanza”, “la destrucción de todo racismo” y “la abolición de las desigualdades, la discriminación y la explotación de ciertos países por otros”. [20] Hoy en día, pocos izquierdistas (es decir, Demócratas) estarían en desacuerdo.

La mistificación izquierda / derecha de la lucha de clases es tan antitética al pensamiento de Marx como útil a los intereses burgueses, pero es la izquierda la que crea y perpetúa esta dicotomía superficial. “La izquierda traza la línea divisoria entre la izquierda y la derecha, mientras que la derecha lucha sistemáticamente contra esta división — y en vano, porque la autodefinición de la izquierda”, como celebra Kołakowski, “es lo suficientemente fuerte como para definir a la derecha y, en cualquier evento, para establecer la existencia de esa línea de demarcación”. [21] Pero, ¿de qué le sirve al proletariado esta línea divisoria intraburguesa cultivada por la izquierda? Como dos caras de la democracia liberal, la “Izquierda contra Derecha” asegura que todos los conflictos políticos permanezcan dentro de los parámetros burgueses. Su propósito mismo es divorciar la política de la clase, dividir a la gente basándose en ideas, valores, creencias, identidades, “actitudes ideológicas y morales”, etc. La ideología de izquierda / derecha de la sociedad capitalista es, en última instancia, peor que inútil para el proletariado, pues niega su existencia y propósito histórico como clase social, sumergiendo sus conflictos objetivos en el terreno idealista de la política burguesa.

A diferencia de los devotos creyentes de izquierda como Kołakowski, Marx no interpreta los antagonismos sociales como una cuestión de ideales en competencia, sino como una diferencia en el interés de clase. Mientras que “Izquierda versus Derecha” disuelve las divisiones de clase en diferencias morales, Marx subraya las contradicciones de clase al revelar la naturaleza histórica del conflicto del proletariado con la burguesía. Las sugerencias kołakowskianas, así como Cutrone hace eco de ellas, de que “la izquierda se preocupa por la apertura y el fomento de las posibilidades, mientras que la derecha por la exclusión de esas posibilidades”, o que “la izquierda se preocupa por la libertad, y la derecha se preocupa del desencanto de la libertad” son exactamente el tipo de abstracciones sin sentido que Marx criticó despiadadamente por ser ahistóricas, utópicas e idealistas. Pero en el punto del vago romanticismo sobre la esencia abstracta de la izquierda es donde el devoto creyente debe retroceder  cuando se enfrenta a la existencia histórica real de la izquierda, que no está dedicada a los ideales puros de la “libertad”, las “posibilidades” y la “esperanza”, sino a el desarrollo capitalista que ésta asegura como facción progresista de su clase dominante. En el panel de Platypus sobre Kołakowski, Cutrone presenta el conocido argumento izquierdista de que “la necesidad de ir ‘más allá de la izquierda y la derecha’ es solo un argumento de derecha”. [22] Pero el argumento marxista es que la necesidad del proletariado como clase — no la proyección izquierdista de la utopía —  contiene la negación potencial de la sociedad burguesa, y de su organización política izquierda / derecha junto con ella.

Así como Marx puso al idealismo hegeliano boca arriba, el marxismo antiizquierdista invierte “el concepto de izquierda”, viéndolo como realmente es: como una facción histórica de la burguesía, no como un ideal abstracto. Mientras que Kołakowski lleva a Platypus a lamentar la “derrota y el fracaso” de la izquierda, el marxismo antiizquierdista se enfrenta al éxito y triunfo de la izquierda. Mientras que Platypus  lamenta la izquierda “pospolítica”, el marxismo antiizquierdista comprende su implacable política burguesa. Mientras que Platypus busca un “’retorno a Marx’ para la revitalización potencial de la izquierda”, el marxismo antiizquierdista reconoce el vigor de la izquierda en su castración de Marx. Mientras que Platypus proclama “¡La izquierda está muerta! — ¡Viva la izquierda!” El marxismo antiizquierdista responde: “¡La izquierda está viva! — ¡Abolición de la izquierda!” [23]


 

NOTAS

[1] Platypus Affiliated Society, “Declaración de propósito”, disponible en línea en <https://platypus1917.org/project/statement-of-purpose>.

[2]  Platypus Affiliated Society, “Una breve historia de la izquierda”, disponible en línea en <https://platypus1917.org/project/a-short-history-of-the-left/>.

[3]  Chris Cutrone, Nikos Malliaris, Samir Gandesha, “The Concept of the Left and Right”, Platypus Review 68 (julio de 2014), disponible en línea en <https://platypus1917.org/2014/07/04/concept- izquierda-derecha>.

[4]  Leszek Kołakowski, “The concept of the left”, en Toward a Marxist Humanism (Nueva York: Grove Press, 1968), 69.

[5] Ibíd., 75.

[6] Ibíd., 70.

[7] Ibíd., 68.

[8] Ibíd., 68, 70.

[9] Ibíd., 71.

[10] Ibíd., 72.

[11] Ibíd., 72, 70.

[12] Ibíd., 83.

[13] Cutrone, Malliaris, Gandesha, “Concepto”.

[14] Karl Marx, Las luchas de clases en Francia, 1848 a 1850 , en Obras completas de Marx / Engels , vol. 10. (Londres: Lawrence y Wishart, 1978), 127.

[15] Kołakowski, “El concepto de izquierda”, 68.

[16] Cutrone, Malliaris, Gandesha, “Concepto”.

[17] Kołakowski, “El concepto de izquierda”, 68.

[18] Ibíd., 77.

[19] Ibíd., 74.

[20] Ibíd., 75.

[21] Ibíd., 73.

[22] Cutrone, Malliaris, Gandesha, “Concepto”.

[23] Chris Cutrone, “Vicisitudes de la conciencia histórica y posibilidades para la política social emancipadora hoy, ‘¡La izquierda ha muerto! — ¡Viva la izquierda! ‘” Platypus Review 1 (noviembre de 2007), disponible en línea en <https://platypus1917.org/project/the-left-is-dead-long-live-the-left>.