El dinero como superposición del valor y del valor autoexpandible

por Jehu

Al castellano: Non Lavoro

https://therealmovement.wordpress.com/2016/06/06/money-as-superposition-of-value-and-self-expanding-value/


Esto es de Moseley :

 “La teoría de la circulación del capital de Marx también comienza en la esfera de la circulación (en la parte 2 del volumen 1), con el avance de cantidades definidas de dinero, capital constante, y capital variable para comprar medios de producción y fuerza de trabajo (con el famoso pasaje al final de la parte 2 sobre cómo pasar de la “ruidosa esfera de la circulación” a la “morada oculta de la producción”, que marca la transición de la esfera de la circulación a la esfera de la producción). Así, cuando comienza la segunda fase de la producción de valor y plusvalía, como se analiza en la parte 3 y más adelante, se supone que las cantidades de capital constante y capital variable ya se han adelantado en el ámbito de la circulación para comprar medios de producción y fuerza de trabajo. Estas cantidades ya existentes de capital constante y capital variable se toman como dadas, como un hecho empírico, en la teoría de Marx sobre cómo es que esta cantidad de capital dinerario previamente dada y existente se convierte en más dinero en las fases posteriores de la circulación y la valorización del capital. De esta forma, los presupuestos de la teoría de la plusvalía de Marx en la esfera de la producción provienen de cantidades ya existentes de capital dinerario  previamente avanzadas en la esfera de la circulación”.

Bien, aquí está mi pregunta: ¿De dónde vino el dinero? ¿De dónde vinieron las mercancías?

Lo que Marx muestra en la parte 1 de El Capital es que el capital tiene como premisa lógica la existencia previa de la producción y el intercambio de mercancías. La producción de plusvalía tiene como premisa la producción de valor. Lo que el capital asume no es la existencia previa del capital dinerario, sino del dinero-deviniendo-capital. En realidad, el dinero preexistente no se convierte en capital dinerario hasta que se cambia por fuerza de trabajo.

Por ende, Moseley se equivoca al hablar de “cantidades ya existentes de capital constante y capital variable”. Antes de la aparición de la fuerza de trabajo, solo hay dinero y mercancías, no capital constante y variable. Moseley plantea este extraño argumento de las “cantidades ya existentes de capital constante y capital variable” para postular que el problema de la transformación no existe. Aunque Smith pensaba que sí existía y Ricardo pensaba que sí existía y Marx pensaba que sí existía e incluso Bohm-Bawerk pensaba que sí existía, Moseley afirma que todos estos pensadores estaban equivocados.

Lógicamente, argumenta Moseley, el capital no comienza con el dinero, sino con sí mismo.

Una parte de su confusión se basa en el supuesto común (y erróneo) de que el dinero es lo mismo que el capital. Sabemos que esto no es cierto: el salario de la trabajadora no es su “capital”; es simplemente dinero. Incluso en manos del capitalista el dinero es solo idealmente capital. Para que el dinero se convierta en capital, debe intercambiarse por fuerza de trabajo. Solo en la forma de fuerza de trabajo, de capital variable, el valor del dinero se convierte en real valor en autoexpansión. Nunca en la larga historia del dinero se convirtió el dinero espontáneamente en capital y comenzó a producir plusvalía. La teoría del capital de Marx no comienza simplemente en la esfera de la circulación, sino en una transacción peculiar e históricamente única: en el intercambio de dinero por fuerza de trabajo.

Después de esta transacción, el dinero aparece en dos formas distintas e incompatibles: como dinero y como capital dinerario. En manos del trabajador, es dinero (valor de cambio) puro y simple; mientras que, en manos del capitalista, es  valor autoexpandible. El argumento de Moseley es que podemos ignorar el dinero en su determinación como valor de cambio puro y simple, es decir, en la forma de salarios. Esto, creo, es un error terrible para un marxista; completamente imperdonable. Al ignorar la función del dinero como valor de cambio, Moseley se ha puesto del lado del capital en contra el trabajo asalariado, sin saberlo.

En el modo de producción capitalista, el dinero encarna la contradicción en movimiento que Marx define como capital. Su movimiento como dinero expresa el movimiento de los valores simples, pero, al mismo tiempo, el movimiento del valor autoexpandible. Aquí no hay dos movimientos diferentes, sino solo uno: el dinero. Como argumenta Moseley correctamente, Marx no propone dos sistemas que se muevan en paralelo, sino solo el singular flujo del dinero. Sin embargo, este flujo singular es el movimiento de una contradicción entre las dos determinaciones del dinero.

Por dar una analogía de la teoría cuántica: la materia se presenta como una onda y como una partícula discreta. Las dos determinaciones de la materia existen simultáneamente en el cuerpo físico de toda la materia. No es, como algunos podrían argumentar, que la materia, o es una onda o es una partícula, sino ambas al mismo tiempo, una contradicción física.

Del mismo modo, el dinero no es solo un valor inerte (dinero-mercancía) ni solo un valor autoexpandible (crédito), sino ambos juntos. La resolución de esta contradicción no se encuentra en un retorno al patrón oro ni en el dinero de crédito, sino en la abolición de ambos.