El extraño inframundo de la barbarie

por Jehu

Al castellano: Non Lavoro

https://therealmovement.wordpress.com/2014/03/28/the-weird-netherworld-of-barbarism/


El extraño caso del tiempo de trabajo superfluo

En base a los supuestos que Marx emplea en el Volumen 3, el tiempo de trabajo superfluo no debería existir en el capitalismo. A la vez, el modo de producción capitalista es producción de plusvalía, es decir, tiempo de trabajo que es superfluo para la sociedad. Estas dos ideas implican que cuando emerge el tiempo de trabajo superfluo en la jornada de trabajo social, estalla una crisis y el capital producido durante este tiempo de trabajo superfluo debiese devaluarse. Así, la gran cantidad de tiempo de trabajo superfluo en la economía, apuntada por la evidencia, implica que hay algo más que está operando. Este algo más, ha permitido la acumulación de tiempo de trabajo superfluo dentro de la jornada de trabajo social, durante casi siete décadas.

Es decir, durante siete décadas, el capital ha transcurrido sin eliminar el tiempo de trabajo superfluo en la jornada laboral. Eso constituye una acumulación de presión, tal como la de una falla geológica que está tardando demasiado en liberarse en un terremoto. Una de las dificultades para la conceptualización de cómo es que el capitalismo “simplemente se muere por sí solo”, es entender cómo podría suceder esto en la práctica. Si el capitalismo “sobrevivió” a la Gran Depresión, pareciera poder sobrevivir a cualquier cosa — es solo una cuestión de cuánto sufrimiento pueda soportar la clase trabajadora. Desde este punto de vista, y dado el tiempo suficiente, el capitalismo se adaptará a su crisis.

De hecho, tras la Gran Depresión, el capitalismo se adaptó por medios que implican un evento terminal masivo que podría conceptualizarse de esta manera: Casi toda la acumulación desde la Segunda Guerra Mundial ha tomado la forma de capital superfluo. Cuando este capital superfluo se devalúe, se llevará consigo todo el modo de producción en un solo evento masivo. El capitalismo, como modo de producción, ya está muerto de hecho, pero se las arregla para mantenerse vivo en la forma de la acumulación de capital superfluo. Todos los esfuerzos del estado fascista en la actualidad apuntan a tratar de prevenir la devaluación del exceso de capital. Eventualmente, este esfuerzo deberá fracasar, se producirá una devaluación y se desplegarán siete décadas de historia en cuestión de días o semanas. No hay duda de que esto va a suceder. Lo vimos en la agonía de la Unión Soviética. Si un capital centralmente planificado puede implotar en cuestión de semanas, cualquier capital puede, y lo hará.

Además, casi todos los economistas burgueses y teóricos laborales han notado la desaceleración de la tasa de crecimiento. La discusión de Larry Summers el año pasado, se centró en lo que él llama “estancamiento del crecimiento” (que, según él, no es un problema temporal). Entre los teóricos laborales, se ha observado esta tendencia desde las décadas de 1960 y 1970. E incluso antes, Hansen discutió el problema del estancamiento en la década de 1930, durante la Gran Depresión.

Sin embargo, aunque los teóricos laborales han usado el trabajo superfluo para explicar el estancamiento algunas veces, nunca han explicado el trabajo superfluo en sí mismo — es simplemente una muleta conveniente en sus análisis. De hecho, no hay nada en la teoría laboral que dé crédito a la tesis de estancamiento de Hansen. Es decir, no hay nada en la teoría laboral que sugiera que la tasa de crecimiento capitalista se desacelere. Según Marx, las crisis capitalistas dan momentum a su tasa de crecimiento.

Sin depresión desde la Segunda Guerra Mundial

Por otro lado, el estancamiento en la tasa de crecimiento se ha visto acompañado por la notable ausencia de alguna repetición de la Gran Depresión, desde la Segunda Guerra Mundial. Existe al menos una fuerte correlación entre la tendencia al estancamiento, la acumulación de tiempo de trabajo superfluo en la jornada laboral social y la ausencia de una depresión. Esta fuerte correlación en los últimos 60-70 años entre estos tres aspectos sugiere que podrían estar vinculados de alguna manera. Más aún, en la teoría laboral no hay más explicación para la larga ausencia de depresiones de la que hay para el estancamiento y la acumulación de tiempo de trabajo superfluo. Así que aquí tenemos estas tres cosas — ninguna de las cuales puede explicarse por la teoría laboral del valor, pero todas se correlacionan temporalmente.

¿Y qué más surge durante este tiempo? La inflación secular de los precios o la depreciación constante de la moneda emitida por el estado. Este período también es testigo del colapso del patrón oro y de la aparición de la moneda fiduciaria inconvertible. Finalmente, se comienza a oír que el estado tiene un rol que desempeñar en la gestión del llamado “ciclo económico”.

Bien, entonces la tendencia hacia el estancamiento y la acumulación de tiempo de trabajo superfluo en la jornada laboral podrían descartarse como coincidencia, ¿verdad? ¿Pero agregar que no ha habido una depresión desde la Segunda Guerra Mundial? ¿Esto ya no parece ser, o un poco menos, una coincidencia? Sumemos la inflación sostenida y desenfrenada de la posguerra y la ruptura del dinero en dinero-mercancía y fiat inconvertible. Parece ahora entonces que, o bien Marx estaba terriblemente equivocado sobre el capitalismo, o que algo más está sucediendo. Agreguemos el capitalismo administrado por el estado y creo que ya es seguro decir que “ya no estamos en Kansas”.

Pero, ¡espera! Ni siquiera hemos tocado la superficie de esta mierda todavía. La conclusión de esto — lo que pone en tela de juicio al mismo Das Kapital — es esto: ¡el estado ahora debe crear empleos! Puesto que el modo de producción capitalista no es más que el empleo de la fuerza de trabajo con el propósito de producir la plusvalía, ¿cómo mierda es que el estado debe crear empleos? Solo hay una explicación para esto, que es consistente con la teoría laboral: el empleo adicional de la fuerza de trabajo ya no crea plusvalía adicional.

¿Está ya muerto el capitalismo?

Francamente, una vez que empiezas a sumar todos estos hechos aparentemente coincidentes de nuestro tiempo, no veo cómo puede uno eludir esta conclusión. Lo que separa a Das Kapital de un libro de texto de economía no es solo que describa con precisión el modo de producción capitalista, sino que además predice las condiciones históricas bajo las cuales el análisis que se presenta en Das Kapital no será ya relevante. Varias veces, Marx se sale por estas tangentes en que describe cómo la sociedad futura no funcionará como el capitalismo. Y en esta excursión hacia la sociedad futura, Marx nunca describe, en Das Kapital ni en ningún otro lugar, una situación en la que el estado se haya vuelto el responsable de crear empleos.

Como señaló @JochemDeVr, cuando Marx habla de las condiciones en las que Das Kapital no aplica, está en general hablando del socialismo. Creo que esto es absolutamente correcto. Y entonces, ¿estamos ahora viviendo en el socialismo? Permítanme reformular esta pregunta de manera más amplia: ¿Acaso tantas categorías fundamentales del análisis de Marx parecen contradecirlo porque el capitalismo ya no existe?

Permítanme hacer una observación en este sentido: casi todos los marxistas argumentan que el fin del capitalismo no es lo mismo que el comunismo. Bien. Entonces, si esto es cierto, ¿hemos pasado ya el fin del capitalismo y estamos ahora en un inframundo entre el capitalismo y el comunismo? Postone argumenta que la predicción de Kurz, del colapso capitalista, era errónea. El capitalismo, dice Postone, no solo puede colapsar, sino que daría paso a una especie de barbarie. Kurz argumenta, en respuesta, que si el capitalismo colapsara sin una revolución, ciertamente se parecería a la barbarie de Postone. Tanto en Postone como en Kurz, la descripción de esta barbarie se parece sorprendentemente a la actual — megaciudades ocupadas por una población superflua, patrullada por el estado. Conecto la lista de fenómenos que parecen contradecir a Marx con estas enormes megaciudades de proletarios superfluos y yo veo barbarie. (Por supuesto, yo le llamo fascismo — pero es solo una cuestión semántica).

¿Colapsó el capitalismo, pero no fue reemplazado por el socialismo como dicen los marxistas que sucedería en ausencia de una revolución proletaria? Esto nos lleva a la pregunta de qué es la barbarie. No hay literatura sobre la economía política de la barbarie, por lo que ni siquiera sabemos a qué nos enfrentamos. Pero sí sabemos esto: los fenómenos que enumeré son rasgos de este período — rasgos que parecen contradecir a Das Kapital.

Y aquí hay otra cosa: ¿Cuál es la diferencia entre barbarie y socialismo? Ambos parecen implicar que el capitalismo ha colapsado, solo que el socialismo supone que la clase trabajadora ha tomado el poder. La barbarie supone, como mínimo, que la clase trabajadora no tomó el poder. Entonces, si el capitalismo ya no existe y el proletariado no se auto-gobierna, ¿quién o qué ejerce el poder en este momento?

¿La barbarie como forma de transición al comunismo?

Permítanme ofrecer una posible idea en este sentido: en su Crítica del Programa de Gotha, Marx habla de un período de transformación revolucionaria del capitalismo hacia el comunismo. Ya sabemos que el socialismo es ese período de transformación bajo el gobierno del proletariado. ¿Es posible que la barbarie sea este mismo período de transformación, bajo el gobierno del capital? Sé que esto puede sonar exagerado, pero ya asumimos ampliamente que el capitalismo puede colapsar sin producir el socialismo. Y ya asumimos ampliamente que este fracaso de la clase trabajadora en asumir el poder debe dar lugar a la barbarie. La pregunta se reduce a si la barbarie es también una especie de transición a la fase superior del comunismo. Una transición donde el proletariado no puede asumir el poder, pero el capitalista ya no puede gobernar.

Este tipo de formulación aparece en los escritos de Lenin para describir el “poder dual”, ¿verdad? Una cosa que dice Lenin en “Poder dual” es: Si bien el análisis de los marxistas podría ser correcto en general, “su realización concreta ha resultado ser distinta”. Esperábamos el socialismo después del colapso del capitalismo, pero en cambio obtuvimos la barbarie. El capitalismo colapsó, pero el proletariado no pudo establecer su propio gobierno. La cuestión planteada por este terrible estado de cosas es si el comunismo es todavía el resultado final de este horror o no. ¿Es la barbarie un estado permanente de la humanidad, como parece creer la mayoría de los marxistas, o tiene una trayectoria como cualquier otro modo?

La trayectoria del socialismo comienza con la abolición del trabajo asalariado y el establecimiento del principio: “El que no trabaja, tampoco comerá”. Aunque el trabajo asalariado sea abolido, el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas no permite que el trabajo mismo sea abolido. Se establece una forma de estado donde el acceso a los medios de consumo comúnmente producidos depende de una contribución de trabajo. Esto no es otra cosa que un estado de los productores: su asociación se impone sobre las antiguas clases propietarias — esencialmente, la propiedad de los capitalistas y propietarios se convierte en propiedad común y se les determina a obtener empleos reales. Esa es la trayectoria del socialismo: eventualmente, la necesidad de trabajo desaparece y así también entonces su requerimiento. Una vez completado, la sociedad pasa a la esfera de: “A cada uno según sus necesidades”. La contribución de trabajo es abolida como condición para el acceso a los medios de consumo producidos en común.

Entonces, ¿tiene la barbarie una trayectoria similar a esta? La barbarie implica que el trabajo asalariado no es abolido, ¿entonces también implica que no hay transición al comunismo? ¿Estamos atrapados para siempre en un inframundo de esclavitud asalariada que ya no produce valor alguno? En la medida en que los marxistas han pensado en esto, la respuesta parece ser que la barbarie es una especie de estado permanente. Puede continuar para siempre — no tiene trayectoria, ni economía política, ni futuro: es el equivalente marxista del fin de la historia.

Sin embargo, me parece que la barbarie es fácilmente accesible al análisis crítico como el capitalismo. El trabajo social pierde progresivamente su sustancia, es decir, su capacidad de producir valor. El dinero se deprecia constantemente hacia cero. El estado se ve obligado a asumir el control de más y más de la “actividad económica”. Y el empleo se estanca cada vez más. Esto, para mí, se parece mucho a una trayectoria definitiva.